sábado, mayo 18, 2024
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Sexo, «vomitadas» y cintas de vídeo

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Ni Andie MacDowell es Terelu Campos (ya quisiera ésta), ni James Spader es esa pareja de la hija de María Teresa que dicen la ha grabado en pelota picada, pero la verdad es que 'Sálvame' parece intentar cada tarde recordarnos la película de Steven Soderbergh que ganó el Oscar al Mejor Guión en 1985.

Por supuesto el programa de Telecinco nunca ganaría ese premio (ni ningún otro), pero cada tarde no paran de hablar de 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo'. La protagonista no es Ann, la joven casada a la que daba vida la MacDowell y que tenía problemas con el sexo que camuflaba ante su psiquiatra echándole la culpa a los problemas que existen a nivel mundial, desde la contaminación hasta la pobreza. En este caso es Terelu, a la que el sexo con sus parejas le está provocando hasta problemas de estómago de los que culpa a todo bicho viviente.

La actriz tenía en la cinta a un marido, Peter Gallagher, que tenía un lío amoroso extramatrimonial con la hermana de Ann. A la presentadora sólo le faltaría ya que su pareja se hubiera relacionado anteriormente con su madre para que ese malestar estomacal se convirtiera en un cuadro psicótico que hasta Luis Rojas Marcos diera por imposible.

Lo que sí tiene por ahí rondando es a un sujeto que sigue amenazándola con exhibir no sólo unas fotografías «erótico-festivas» de ella sino hasta una cinta de vídeo que ríete tú de la de Olvido Hormigos. Eso sí, no parece que este anónimo realizador tenga parecido alguno con Graham, al que bordó James Spader en la película y que se movía en la misma como aquellos personajes siniestros de las cintas de David Lynch.

En lo mucho que pueden parecerse, a falta de conocer su armario, es que ambos podrían vestir siempre de negro, como hacía el de la ficción, y que los dos tendrían la extraña afición de gustarles grabar en vídeo a mujeres. Si la cinta que pulula ahora por ahí tuviera también audio coincidirían además en que en serían partidarios de contar sus experiencias sexuales, como si fueran entrevistas. 

También tendría su papel en la cinta Kiko Hernández, que sería el psiquiatra que escuchaba a Ann, sobre todo después de ver cómo intenta consolar cada tarde a Terelu con palabras como «esto que te está pasando es sucio asqueroso y vomitivo, pero yo creo que no tienes que estar preocupada porque, primero, te ampara la ley; segundo, esos vídeos no van a salir a la luz y, tercero; siendo quiénes somos, yo no me habría sacado una foto íntima».

Kiko parece a veces Vito Corleone. «Esos vídeos no van a salir a la luz», «siendo quienes somos»… ¿Alguien todavía no sabe el por qué nadie se mete nunca con él? Lo de «que parezca un accidente» se queda corto con él de por medio. 

 

La mosca

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