Me sorprende que estemos todos tan tranquilos, que en las conversaciones con los amigos, en el trabajo, en casa, en la calle no hablemos del tema. Y el tema no es otro que el mundo lleva unos días al borde del abismo a cuenta de que en Estados Unidos los republicanos han decidido hacer la vida imposible al presidente Obama y no han encontrado mejor manera que no aprobarle el Presupuesto colocando a su país al borde del caos.
En realidad desde hace tiempo los estadounidenses andan por el filo de la navaja porque el dinero de la Administración no llega a las tesorerías correspondientes para pagar funcionarios y servicios del Estado, incluso a los trabajadores del Pentágono se les ha dejado en el dique seco.
En los últimos días republicanos y demócratas negocian en sesiones maratonianas para llegar a un acuerdo y el presidente Obama hace lo imposible por tragar el aceite de ricino que son las exigencias de sus oponentes del Partido Republicano para salvar el Presupuesto.
El mundo no puede depender de la política interna de EEUU, de que los republicanos quieran fastidiar a los demócratas o viceversa
El Día «D» es precisamente éste miércoles 16 de octubre en el que o se aprueba el Presupuesto o se tira unas cuantas millas con una prorroga o se inventan algo para salir del paso porque de lo contrario el mundo, sí el mundo entero sufrirá los efectos del caos financiero en Estados Unidos.
Y es que imaginénse lo que supondría que Estados Unidos se declarara en quiebra. Si fuera así la economía mundial caería como un castillo de naipes y la crisis del 29, la del petróleo, o la de Lehman Brothers será un juego de niños comparado con lo que podría suceder. Supongo que como nadie quiere creer que se pueda dar semejante catástrofe todo el mundo hace como que no puede suceder.
La verdad es que cuesta comprender a un país cuyo Presidente puede declarar la guerra a quién le venga en gana, puede dar la orden ejecutiva de que se ataque y ejecute a cualquiera que ose desafiar a Estados Unidos, y sin embargo no tenga medios para sacar adelante su Presupuesto.
Estados Unidos es un país de contrastes pero convendrán conmigo que no parece lógico que esté sucediendo lo que está sucediendo. Desde luego hay que sacar una lección, o al menos pienso yo que los responsables políticos deberían de sacar una lección y es que son necesarios mecanismos para que las economías occidentales no sean tan dependientes de la norteamericana. Sé que es difícil plantear esto en un mundo globalizado, en el que si se mueve un papel en Washington tiene repercusión en cualquier lugar del mundo, pero convendrán conmigo que el mundo no puede depender de la política interna de los estadounidenses, de que los republicanos quieran fastidiar a los demócratas o viceversa.
Siempre hemos tenido al Presidente de Estados Unidos como el hombre más poderoso del mundo pero está claro que lo es para desencadenar guerras pero no para aprobar una tímida reforma sanitaria, cerrar Guantánamo, o aprobar el Presupuesto de su país.
Por lo pronto tendremos que estar atentos a que éste miércoles 16 de octubre los republicanos norteamericanos no coloquen al mundo al borde del precipicio.
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Julia Navarro