Un día desafortunado Rajoy dijo que era «un coñazo» de plan. Ahora le toca ir de organizador de la fiesta y los claros en las filas de autoridades evidencian que ver pasar a la menguada tropa que marca el paso el 12-O lo es. Un coñazo. Solo que a los representantes políticos se les paga para eso, para que nos representen. Y no hay fecha más señalada que el día de la Fiesta Nacional, en el Paseo del Prado de Madrid, con la presidencia del Rey (o el Príncipe) y ante la máxima expresión de la nación, «una de las más antiguas de Europa» como le gusta decir al presidente Rajoy. A la fiesta de este pasado 12 de octubre faltaron siete de los 17 residentes autonómicos. Vale que la palabra fiesta no encaje exactamente con un desfile militar, homenaje a la bandera, los caídos y una recepción en el Palacio Real, pero, ¿qué había tan importante que hacer en las comunidades autónomas para que sus presidentes no estuvieran en el paseo del Prado?
Uno de los mejores momentos para poner en valor todos los símbolos que nos unen es el 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional y establecido por ley en 1987 como «uno de los momentos de celebración más relevantes para la convivencia política, el acervo cultural y la afirmación misma de la identidad estatal y la singularidad nacional». Sin duda se trata también de uno de los grandes termómetros para medir la temperatura política del país. Y la lista de ausencias es uno de los mejores calibradores. Salvo la falta del Rey –justificada por prescripción médica- la mayor parte de las ausencias no ponen más que en evidencia la debilidad del discurso nacional de algunos partidos. Entre ellos el del Partido Popular. Que mientras en público prodigan la unidad de España y ponen en valor su bandera y himno, algunos hacen clamoroso escaqueo. Este año es el segundo con Mariano Rajoy en La Moncloa que la Comunidad Valencia, La Rioja y Baleares faltan a una cita tan importante como la Fiesta Nacional.
A la Fiesta Nacional faltaron los presidentes de Asturias, País Vasco, Cataluña, La Rioja, Valencia, Baleares y Murcia. También los representantes parlamentarios de Izquierda Plural, que llevan años diciendo que ellos no tienen nada que ver con la Fiesta del país que les paga el sueldo.
¿Las excusas? Pocas y escuetas. La ausencia de agenda pública es la más coreada. ESTRELLA DIGITAL se ha puesto en contacto con todas las comunidades autónomas que este sábado no estuvieron representadas en el desfile militar del 12 de octubre en Madrid. «Tenía actos en su comunidad. Misa a las 11:00 y a las 13:00 entregaba en Logroño, a la Unidad de Acción Rural (UAR) de la Guardia Civil la ‘Corbata de Honor de La Rioja'». Así ha excusado el Gobierno de La Rioja la falta del ‘popular’ Pedro Sanz. El balear José Ramón Bauzá tuvo que asistir en Palma a la festividad institucional de la Guardia Civil y mandó en su lugar a la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom. Y estas son las justificaciones más argumentadas de todas las recabadas.
El resto de regiones – el murciano Ramón Luis Valcárcel, el valenciano Alberto Fabra y el asturiano Javier Fernández- se han limitado a transmitir que no había agenda pública y que los motivos de su ausencia pertenecen al ámbito de lo privado. Claro que sus faltas son más graves aún, cuando además de no tener una razón institucional de peso –puesto que para eso son representantes públicos-, cuatro de ellos lideran gobiernos autonómicos del PP donde el mensaje imperante es que este tipo de actos «nos hacen sentirnos a todos más unidos, en los que manifestamos que somos un gran país». Así se expresó el pasado sábado la secretaria general de los ‘populares’, María Dolores de Cospedal, donde además aprovechó para recordar que precisamente estos días cobran más relevancia «en momentos en los que algunos se dedican a poner en cuestión nuestra Nación y nuestro país».