Los datos del paro registrado en el mes de enero han sido malos. No hay paliativos. Pueden tener algunas explicaciones detrás, pero el desempleo es nuestro principal problema, el asunto sin resolver y no hay paños calientes que valgan. Podemos desestacionalizar el dato, fijarnos en el número de contratos y de ellos en los fijos. Sin embargo, lo único que me sirve es para que sean un acicate y el Gobierno siga trabajando en estabilizar la economía y de ahí hacia arriba.
Todo este embrollo se debe aclarar cuanto antes. Puede hacer un daño tremendo a España
Es complicado para un gobierno trabajar en una crisis de caballo como la que vivimos hace ya cinco años, pero mucho más en un ambiente como el actual creado por unos papeles de una supuesta contabilidad «B» del PP que ahora podrían no tener como autor al extesorero Bárcenas; que pueden ser un corta y pega y fotocopia de fotocopia. Vamos a ver lo que le dicen a la Fiscalía el tal Bárcenas (por cierto, tendrá que responder ya de posible delito fiscal y blanqueo de capitales, por las mentiras sobre la regularización de la mitad de su dinero en cuentas suizas), Trias y los «papeles» incautados de la redacción de ‘El País’.
En este ambiente de verdades a medias, donde no vale nada la palabra de un presidente del Gobierno que jamás dio la más mínima sospecha de corrupción, es prácticamente imposible que los ciudadanos escuchen algunos datos buenos que va arrojando la economía y que más pronto que tarde se transformarán en crecimiento y empleo. Todo este embrollo se debe aclarar cuanto antes. Puede hacer un daño tremendo a España. Lo hemos visto en términos de bolsa, tipos de interés o prima de riesgo, aunque los factores que han influido estos días sean una mezcla de problemas propios y ajenos. No nos podemos permitir una recaída. Las consecuencias las pagaríamos todos y no sólo los que están detrás de este llamado «caso Bárcenas», que hasta ha puesto en cuestión la legitimidad del Gobierno.
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Carmen Tomás