domingo, mayo 19, 2024
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Un político asesinado por las encuestas

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Las encuestas no las carga el diablo. Lo suelen hacer quienes las encargan. Que se lo pregunten a Tomás Gómez. Una encuesta de su propio partido le quiere apear como candidato a la presidencia madrileña. A partir de entonces la demoscopia multiplica la sonrisa de Trinidad Jiménez frente al circunspecto y “leal pero no sumiso” Gómez, como él mismo se define. El diario El País se unía ayer a la moción demoscópica contra el rebelde con una encuesta donde todos los mensajes de la ejecutiva socialista para justificar el cambio de candidato triunfan. Del mejor cartel de la ministra de Sanidad al palo a la UPyD de Rosa Díez –otra socialista rebelde-, si Gómez pierde las primarias. Todos, menos la derrota de Esperanza Aguirre. Para sonrisa, la de la presidenta madrileña.

 Reacción fulminante: los trinitarios se lanzaron a Twitter y a Facebook para difundir la noticia azuzados por cargos socialistas como Pedro Zerolo. Militantes y simpatizantes recibieron un mensaje SMS comunicando la buena nueva para Zapatero y la Ejecutiva Federal, padrinos de la ministra. Un uso artero del censo de militantes que los partidarios de Gómez suman a los abusos, agravios y favoritismo de los que acusan a la dirección socialista y a sus contrincantes. Otros ven en la campaña de la ministra esa eficacia maquiavélica del aparato tan echada de menos en estos años de égida tomasiana al frente del socialismo madrileño.

 “Una encuesta es una foto y la vida es una película, pero viendo la evolución, esta película va a cámara rápida”, se apresuró a replicar Tomás Gómez en un acto en Alcalá de Henares. Lo dijo por lo mucho que sube en las encuestas gracias a convertirse en el único hombre que ha desafiado públicamente al presidente Zapatero. Pero los guionistas son perversos.

 El tiempo en fundamental en las películas. Más sin son un thriller entre hijos del zapaterismo como en el que se están convirtiendo estas primarias. No encontraremos el cadáver hasta que voten los militantes y después los ciudadanos sentencien en las elecciones. Aunque algunos medios titulen ya con el epitafio de Gómez. Pero como en todo thriller político, algo más huele a podrido cuando la lucha de poder se transfigura en democracia interna.

 El País mide sus encuestas. Son útiles para marcar línea editorial con voz ciudadana. Soft power editorial. El domingo anterior lo hizo con un sondeo sobre una previsible baja participación en la huelga general del día 29. En la cúpula de los sindicatos no gustó y dirigentes como Cándido Méndez se hartaron de explicar lo inadecuado de la muestra y las diferencias de enfoque en la Ser y el diario, las caras de Jano en Prisa. Unos días después, Méndez y Toxo volvieron a criticar la encuesta en el programa en CNN+ de Iñaki Gabilondo.

 Demasiadas encuestas. El candidato de la derecha, como llaman a Gómez las malas lenguas, vapuleado en medios progresistas y jaleado por los de la derecha, cada vez más confiada del triunfo de Aguirre. En España no suele haber ‘endorsement’ al estilo anglosajón, pronunciamiento de los medios por un candidato. Si lo hubiera, Gómez debería buscar una prensa que no manipulara su lealtad rebelde. Tanto tiempo quejándose los socialistas madrileños de su poco eco mediático para que ahora sea un desgarro. 

 

Juan Varela

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