Los vecinos de Pioz (Guadalajara) llevaban unos días oliendo un hedor extraño procedente de una de las casas situadas en la calle de Los Sauces, en el número 594. El repartidor de pan a domicilio comenzó a pensar que algo raro ocurría en la casa cuando las barras se empezaron a acumular en el buzón. Además, una de las vecinas echó en falta el grito de los niños mientras jugaban.
El olor se hizo insoportable y, finalmente, un vecino decidió alertar la madrugada del domingo a la Guardia Civil, que a la 1:00 se presentó en la puerta del chalé. Tras comprobar que ninguna de las entradas había sido forzada, los agentes accedieron al interior “con la llave que tenía un vecino”, explicaron fuentes de la investigación.
La casa estaba prácticamente vacía, casi sin muebles y sin rastro de que allí hubiera vivido alguien. Sin embargo, cuando los agentes llegaron al salón descubrieron seis bolsas de plástico precintadas de las que procedía un mal olor. En el momento en el que abrieron las bolsas, los agentes se convirtieron en partícipes de un macabro hallazgo: en su interior estaban los restos descuartizados de una familia de origen brasileño.
En una de las bolsas encontraron el torso del padre, Marcos Nogueira de 39 años, y unos pantalones vaqueros y sus extremidades en otra bolsa. El cuerpo de su mujer, Janaína Americo, de la misma edad, también fue encontrado en dos bolsas distintas, mientras en las otras dos restantes se hallaron los cadáveres de los hijos del matrimonio: uno de ellos de un año y el otro de cinco. Los agentes sacaron los cuerpos a lo largo de la madrugada del domingo y estuvieron sacando bolsas con diversa información hasta pasada la tarde.
Los vecinos de la urbanización han indicado que la familia era muy reservada y que residía en un chalé alquilado desde el pasado mes de julio. Salían muy poco de casa, aunque el padre era el que más se dejaba ver cuando iba al supermercado siempre vistiendo un sombrero. Sin embargo, por la urbanización aseguran que no les veían desde finales de agosto.
Huidos de Brasil
El Ministerio de Exteriores de Brasil ha confirmado este martes a la prensa brasileña que la familia procedía del estado de Paraiba, al nordeste del Brasil. Por su parte, el cónsul general en Madrid, Paulo Alberto Dasilveira Soares, aún no tiene confirmación de ninguna identidad por parte de la Guardia Civil de Guadalajara ya que “han pedido que esperemos algunos días”. El Consulado ha calificado las filtraciones a la prensa como «fuentes informales».
Fue la propia familia del matrimonio la que se puso en contacto con el Consulado de Brasil en Madrid al ver la noticia en los medios de comunicación y comprobar que coincidían con sus familiares. Según el cuñado Janaína, la familia llegó a España hace tres años en busca de trabajo. Aquí nació el menor de sus hijos al mismo tiempo que Marcos Nogueira comenzó a trabajar en un restaurante. El periódico brasileño Globo muestra la consternación de la familia del matrimonio que no saben cómo ha podido suceder esto aunque sí aseguran que “hacía bastante tiempo que no teníamos contacto, creíamos que era porque se habían mudado y estaban sin Internet”.
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, ha asegurado este lunes a los medios de comunicación que todo parece indicar que este suceso se debe probablemente a un “ajuste de cuentas”. Además, ha añadido que la familia llegó a Pioz “huyendo” de Brasil. Anteriormente, la familia brasileña residió en el centro de Pioz y en Torrejón de Ardoz. El constante cambio de domicilio hace sospechar que huían de alguien. Sin embargo, pocos días antes de su muerte, el 21 de agosto, la familia se había empadronado en el municipio donde acabarían con su vida.
Los investigadores trabajan con la hipótesis de que el crimen fuese “llevado a cabo por sicarios pagados”. El hecho de que las cerraduras de las puertas no estuviesen forzadas indica que entraron a la casa sin violencia: “Les conocían, les dejaron pasar”, explican los investigadores. Además, por el tipo de muerte y la limpieza intuyen que “no era la primera vez que lo hacían”. Por otro lado, el hecho de que la casa estuviese sin amueblar les hace creer que la familia estaba huyendo y “que se estaban escondiendo”. El hecho de que los asesinos dejaran las bolsas con los cadáveres puede indicar –según la investigación– que hayan querido dejar «un aviso a navegantes».
La calle en la que se encuentra la vivienda de los fallecidos cuenta con una serie de chalés colocados cada uno en cada lado de la acera. Dicha calle es redonda y todos los edificios son iguales: de ladrillo rojo, dos plantas, buhardillas, puertas con rejas y cada uno de los chalés rodeados de un muro.
La zona tiene vigilancia las 24 horas del día por uno en los dos accesos y está controlada por un portero, mientras que la otra entrada no consta de vigilancia y la garita está cerrada. Una vecina de Pioz ha explicado a Estrella Digital que se trata de “una zona muy tranquila, donde nunca ocurre nada y donde se conocen casi todos”. “Nunca me hubiera imaginado que algo así sucediera aquí” –añade- “piensas que estás a salvo y luego ocurren este tipo de cosas”.
La policía de Guadalajara está comprobando las grabaciones de seguridad aunque no tienen mucha confianza en encontrar algo, ya que al tratarse de sicarios es bastante probable que tuvieran estudiado todo antes de actuar. Con la vivienda acordonada, los investigadores también han revisado las entradas y salidas de los vehículos en esta zona.
Con la aparición de estos cuerpos, vuelve a cobrar importancia el cadáver que apareció descuartizado el 3 de septiembre también en la provincia de Guadalajara y del que todavía se desconoce su identidad. A pesar de esta coincidencia, la policía no relaciona los asesinatos.
Secreto de sumario
El Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara ha decretado este lunes el secreto de sumario sobre el caso. Las autopsias de los cuerpos ya han sido practicadas por los forenses pero su contenido no ha sido difundido ya que están afectados por ese secreto de sumario. No obstante, las autoridades policiales han descartado que las víctimas, de origen brasileño, tuvieran antecedentes penales.
Ante lo ocurrido, según explican fuentes del Ayuntamiento a Estrella Digital, el Consistorio de Pioz declarará dos días de luto oficial y las banderas ondearán a media asta. Hoy martes se ha guardado un minuto de silencio en la plaza del Ayuntamiento en recuerdo de la familia fallecida. El alcalde de Pioz, Ricardo García, ha afirmado que «estamos sobrecogidos, más cuando la tragedia afecta a dos pequeños y ha sido todo tan tremendo».
Los vecinos de esta tranquila comunidad de Guadalajara continúan preguntándose qué puede haber detrás de este tipo de crimen.
Andrea Morea