Cristina Cifuentes aterrizó en la primera línea política con dos compromisos fundamentales: transparencia y regeneración. Supresión de aforamientos, renuncia al acta de los diputados imputados y creación de un Portal de Transparencia. Son algunas de las promesas que la ‘popular’ hizo en el Parlamento madrileño cuando fue investida presidenta de la Comunidad de Madrid. Pocos meses después, Rajoy también le encomendó el reto de presidir la gestora del PP de Madrid. Crear un “nuevo PP”, ese fue su objetivo marcado. Pero por el momento todo sigue igual.
El PP madrileño anunció a finales de abril que la formación había ganado más de 700 afiliados desde la formación de la gestora. No obstante, hay afiliados madrileños activos que no se lo acaban de creer. “Las sedes de los distritos están paradas, algunas incluso vayas cuando vayas están cerradas. ¿Cómo están consiguiendo afiliados?”, denuncian. Tal y como ha podido comprobar Estrella Digital, las estructuras locales de los 21 distritos de la capital hace años que no se mueven.
Es más, en estas cúpulas locales aún figuran dos presidentas que ya anunciaron su adiós de la política hace más de un año: Lucía Figar y Eva Durán. La primera, imputada en la ‘Operación Púnica’, se fue en marzo de 2015 y alegó problemas personales. La segunda abandonó el barco por las mismas fechas, en su caso por discrepancias en la elaboración de la candidatura autonómica de Madrid. Es decir, por no tener “opciones” las bases del partido de elegir al candidato a la Comunidad de Madrid.
El resto de los presidentes de distrito no cumplen con los requisitos impuestos por Cifuentes al “nuevo PP”: regeneración y transparencia. Algunos incluso están relacionados con asuntos controvertidos. Es el caso de la presidenta del PP de Centro, Elena Sánchez Gallar, que en 2014 estuvo relacionada con dos escándalos. Uno por 40 viajes a balnearios reservados para ancianos. Esta edil organizaba viajes para mayores con problemas de salud subvencionados por las arcas municipales y exigía dos billetes gratis por cada 50 reservas. Viajes de los que se beneficiaron familiares de funcionarios, tal y como ella reconoció.
También se le acusó de adjudicar a dedo al menos 28 contratos por un valor de 166.000 euros a la empresa Publi New Advertising, propiedad de su amiga y compañera del PP Isabel Gonzalvo, que además era vocal en el distrito Centro. Su gestión previa como concejala de Hortaleza y Ciudad Lineal tampoco estuvo exenta de polémica.
Así como también el presidente del PP de Latina, José Manuel Berzal, también diputado en la Asamblea, aunque dicen las malas lenguas que en contra de la voluntad de Cifuentes. Es el ‘jefe’ de una de las delegaciones locales que votará el próximo Congreso regional. El nombre de José Manuel Berzal estuvo relacionado con la trama de los cursos de formación falsos de la Comunidad de Madrid que explotó en mayo de 2014 y que utilizó las identidades de afiliados del PP del distrito de Latina para colocarlos como alumnos y conseguir así subvenciones públicas.
O el de Álvaro Ballarín, presidente del PP de Moncloa, actual diputado en la Asamblea de Madrid y cuyo nombre ha estado relacionado con la ‘trama Gürtel’ y el caso del ‘Pequeño Nicolás’. Aunque por el momento ha salido indemne de todos.
Además, el presidente del PP de Villaverde, Joaquín Martínez Navarro, cerró el último pleno de la legislatura pasada con insultos y amenazas a uno de los representantes vecinales del distrito que dirige. «Como ya no soy concejal, nos vamos a ver en la calle», le dijo a Enrique Orozco, miembro de la asociación de vecinos La Incolora.
Puerta giratoria
Entre sus presidentes también hay un claro ejemplo de puerta giratoria. El presidente del PP de Arganzuela, Jacobo Beltrán, dejó en marzo de este año su acta de diputado para aceptar la oferta de dirigir una nueva división relacionada con el deporte de la consultora internacional Grant Thornton. Un puesto al que accede después de ser asesor del secretario de Estado para el Deporte, exmiembro del Comité de Finanzas y Administración de la Agencia Mundial Antidopaje del Comité Olímpico Internacional.Y de ser uno de los doce expertos europeos que elaboraron el informe independiente del deporte europeo promovido la UE y la UEFA.
Es más, el presidente del PP de San Blas, José Cabrera Orellana, dimitió al inicio de esta legislatura, tras 16 años como parlamentario, después de que todos los diputados madrileños estuvieran obligados a presentar una declaración escrita de su patrimonio. Cabrera justificó su renuncia en que no quería poner en riesgo el patrimonio que ha atesorado para él y sus hijos desde que llegó hace muchos años a Madrid procedente de su Extremadura natal “con una mano delante y otra detrás”. No es diputado pero sigue figurando como presidente local del PP de Madrid.
Las estructuras locales en la capital están tan abandonadas que incluso existe un expediente X. El que figura en la web del PP de Madrid como presidente del distrito de Moratalaz, José Antonio González de la Rosa. La prensa local de su distrito lo sitúa como presidente del PP de Fuencarral, mientras que en la web figura la diputada Elena González-Moñux. Resulta curioso que en los currículums de todos los parlamentarios madrileños del PP se les incluye si tienen cargo local, y sin embargo, en el de González-Moñux, no.
Así es como está el PP de Madrid ahora en la capital. La regeneración brilla por su ausencia. Algunos de los presidentes de distritos llevan en sus puestos desde los años 90 y ahí continuarán durante la elección del nuevo presidente del PP madrileño. La mayoría de estos nombres son heredados de Esperanza Aguirre. Pero, al fin y al cabo, ellos serán algunos de los que hagan nueva lideresa del PP madrileño a Cristina Cifuentes en el próximo Congreso regional.
Elsa S. Vejo