El «drama» de la pérdida de 15.000 pruebas radiológicas en Ávila va a privar a los pacientes de oncología y enfermos de ELA de seguir la evolución de sus enfermedades crónicas, retrasará intervenciones quirúrgicas y crea confusión entre el personal médico, que en algunos casos no se atreven ni a “mirar a la cara” a sus pacientes. Entre la «sorpresa» y la «indignación» salen a relucir los primeros testimonios de afectados por un error informático que el consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, atribuye a un «fallo humano».
Adiós al historial
Uno de los casos más llamativos y que desmienten, una vez más, las explicaciones del Servicio de Salud de Castilla y León (Sacyl) es el relato de un enfermo inmerso en un proceso de desmielinización. Asegura que su neurólogo le comunicó que habían perdido “todas las pruebas” realizadas en su campo. Es decir, el error informático no sólo ha afectado a las pruebas radiológicas realizadas entre los meses de julio y agosto de 2015, sino que también atañen a estudios realizados anteriormente.
«El neurólogo me confesó que se habían perdido todas mis imágenes clínicas»
“Mi última resonancia data de diciembre, pero del anterior hace más de dos años y medio. Mi neurólogo me comentó que habían perdido todas mis imágenes y las de muchos más pacientes. Me han vuelto a mandar otro TAC para tener al menos dos imágenes con las que comparar en el futuro el grado de avance de la enfermedad”, relata. Además, denuncia que Sacyl “aprovecha” que la mayoría de afectados “somos gente mayor y restamos importancia al asunto”.
Otra enferma de cáncer de recto tuvo que ser intervenida quirúrgicamente hace cuatro años. En junio de 2015 se le realizó un TAC para comprobar la evolución de la enfermedad. En estos casos, el seguimiento es primordial. «Sospecha» que han perdido su prueba, aunque no lo puede asegurar.
“El informe sólo no es válido. Ahora no tengo nada malo, pero si tuviera una recaída, ¿con qué TAC iban a comprobar mi estado?”, se pregunta la afectada. Ante esta situación se plantea “pedir una copia del historial”, aunque no le saldrá gratis, porque el grabado “cuesta cinco euros”. Por último, lamenta que “estén engañando” a la gente y se muestra “rabiosa” ante la falta de información.
Vergüenza y operaciones paralizadas
No son los únicos casos en los que el personal médico reconoce el fallo informático. Otro paciente aquejado de unas molestias en el brazo reconoce que su especialista le confesó “sin mirarle a la cara” que desde julio “no tenía ninguna radiografía”. La situación es “incomprensible” y “no entiende” por qué han esperado cuatro meses para comunicarle el problema. “Podían haberme repetido las pruebas al mes de detectar el error. Estamos indefensos. Da pánico lo que está pasando”, sentencia.
«Tenía que haber sido operado y todavía no sé nada»
Pero la pérdida de imágenes no sólo afecta a los enfermos con patologías crónicas. Un paciente que tiene problemas en el menisco de la rodilla izquierda lleva más de 90 días en lista de espera para ser operado. El afectado tenía que haber sido avisado a comienzos de enero para realizarle las pruebas de anestesia y fijar la fecha de la intervención, pero no ha recibido notificación alguna.
“En octubre, el traumatólogo me dijo que tenía afectado el menisco y que tenía que ser intervenido quirúrgicamente. Me dieron un plazo de 90 días para operarme y no he recibido ninguna llamada. Estoy alarmado porque si han perdido mis pruebas radiológicas y me las tienen que repetir, la operación se retrasará más aún, y ya llevo más de tres meses esperando. Es muy incómodo vivir con la incertidumbre de romperme la rodilla por completo en cualquier momento”, relata el afectado.
Los testimonios confirman la gravedad del escándalo destapado por Estrella Digital, aunque el Sacyl insiste en minimizar los daños de un fallo informático que ha dejado ‘ciegos’ a los médicos de Ávila.