El magistrado José María Calzada Peñalosa ha aceptado la demanda de Alfredo Sánchez Sansano, un hombre de 29 años con una discapacidad física del 84% y obliga a la Diputación Provincial de Alicante a indemnizarle con 30.000 euros por vulnerar sus derechos fundamentales de igualdad y no discriminación y para «reparar el daño moral irrogado».
Alfredo Sánchez interpuso esta demanda debido a que se le fue negada la entrada al Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA). Se disponía a asistir a un concierto del compositor de Crevillente Marcos Galvany, cuando el propio artista les avisó por teléfono de que no iba a poder entrar ''por motivos de seguridad''.
El propio Galvany era quien había invitado a Alfredo a su estreno de la ópera Oh my son, ya que ambos son del mismo municipio y el compositor quiso tener un gesto con el joven. En un principio, los organizadores del evento no pusieron ningún inconveniente para que el joven asistiera al estreno; pero poco tiempo antes del inicio del acto, cuando Alfredo iba a desplazarse en una furgoneta acompañado de sus padres al lugar, le comunicaron que ni él ni su cama articulada iban a poder entrar esa noche al auditorio.
Por su parte, César Sánchez, presidente de la Diputación de Alicante, ha afirmado que se acatará la sentencia sin recurrirse, por lo que finalmente se le pagarán 30.000 a Alfredo Sánchez. Además, el Magistrado fuerza a la institución a realizar cuantos ajustes sean necesarios en el auditorio para que Alfredo pueda entrar en el lugar sin problemas.