Es algo implícito en el ser humano mirar para atrás en el tiempo y preguntarnos cuánto han cambiado nuestras vidas y lo que nos rodea. Una de las cosas que podemos observar ya no sólo se refiere a nuestra vida personal, si estudiábamos y ahora trabajamos, y estábamos solteros y ahora casados, hay algo más general que nos une a todos y que cuando a veces lo comentamos salta la frase de «parecemos abuelos» (por jóvenes que seamos) y ese es el cambio de la peseta al euro.
Muchas son las preguntas que surgen, ¿Vivimos mejor?, ¿ha sido un cambio para bien?, ¿ha afectado a los precios para bien o para mal?. La respuesta es inmediata y sin discusión, los precios han subido y mucho en pocos años y es que no confundamos, 3 euros no son 300 pesetas, nada más lejos.
Un cartel de la Puerta del Sol refleja la comparativa con claridad. Y es que antes con la peseta todo era más barato y hemos salido (dirían muchos) perdiendo. Sólo hay que echar una vista atrás y comprar si la vida es mucho más cara.
Itziar de la Fuente