El presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha abierto este viernes la campaña electoral de los socialistas para las elecciones del 22 de mayo en su tierra, en León, donde ha anunciado que vivirá dentro de un año de manera permanente.
Zapatero se ha estrenado en campaña electoral con un mitin en León, al que han asistido unas 5.000 personas, según la organización, donde ha acompañado al candidato socialista a la Junta castellanoleonesa, Óscar López, y al aspirante a la Alcaldía de la ciudad, Francisco Fernández.
Antes de asistir al acto, Zapatero, junto a su mujer, Sonsoles Espinosa, ha visitado la nueva estación de tren de León, construida con motivo de la llegada de la alta velocidad.
Sonsoles Espinosa ha querido estar con Zapatero en el que podría ser uno de los últimos mítines en su tierra como presidente del Gobierno, donde le han recibido una decena de mineros con casco y pancartas en apoyo al carbón.
Al inicio de su intervención, el presidente ha agradecido las muestras de cariño que ha recibido de sus compañeros y por hacerle «sentir tan bien» en su tierra.
«Ésta es mi ciudad -ha dicho-, y dentro de un año lo será de manera continua y permanente, porque voy a estar aquí con vosotros».
No ha sido su única referencia a su decisión a no optar a un tercer mandato, ya que también ha recordado al expresidente José María Aznar y a las palabras que dijo al comparar las primarias socialistas con «un lío» y decir que el PP ya tiene un candidato: Mariano Rajoy.
A este respecto, Zapatero ha vaticinado que Rajoy volverá a perder las elecciones.
«El paro es hoy, por los excesos del pasado»
Zapatero ha considerado que «es más difícil» que el líder del PP, Mariano Rajoy, llegue a la Moncloa a que le toque la lotería, y ha subrayado que el problema del desempleo actual es consecuencia de «los excesos del pasado», del modelo de 1996.
Durante su intervención, Zapatero no ha aludido a la decisión del Tribunal Constitucional de autorizar la presentación de las listas de Bildu, pero sí ha arremetido contra el PP por usar la lucha antiterrorista cuando llega una campaña electoral.
Sobre la crisis y el paro, ha contrapuesto su comportamiento -«Yo no he dejado de dar la cara ni de asumir las decisiones ni un solo minuto», ha dicho- con el de Rajoy, que nunca habla de las causas del desempleo ni ofrece las recetas para abordarlo.
Y no lo hace, ha argumentado, porque sabe que el paro actual «es fruto de los excesos del pasado» en la construcción y en la concesión de créditos excesivos, del modelo puesto en marcha en 1996 por José María Aznar y que duró hasta el 2007. «Una parte también de mi Gobierno», ha admitido.
Así, ha argumentado que el PP no merece la confianza de los ciudadanos y ha insistido en que está utilizando la crisis y el paro para intentar «lo que por otra vía no puede hacer», que es convencer con su proyecto para España.
Además, ha afeado al PP que, «en vez de tener sentido de la responsabilidad y compromiso, lo que está únicamente es poniendo zancadillas a ver si la crisis puede hacer volar a Rajoy a la Moncloa». «Y eso es más difícil que el que le toque la lotería», ha ironizado.
Mientras tanto, ha sostenido que lo que llevará a España a crear empleo sólido, «poco a poco y luchando mucho», son «las reformas de hoy, aunque sean difíciles y supongan sacrificios».
Ha restado importancia a las encuestas y ha asegurado que el PSOE va a conseguir el respaldo mayoritario como consiguió sacar adelante en Europa el plan para la minería, que «era muy difícil».
«Somos el partido que frena la derecha y a la derecha extrema de este país», ha defendido Zapatero.
Los pronósticos de Zapatero
Entonces ha bromeado al decir que el PP vaticina que el 22-M habrá «poco menos que un huracán», que barrerá del mapa a los socialistas, cosa que él está seguro de que no ocurrirá y, entonces, el partido de Rajoy buscará alguna «disculpa» para intentar justificar su derrota.
Algo que ya han hecho -según Zapatero- en otras elecciones, entre ellas las del 2004, con unas «disculpas» que el secretario general del PSOE prefiere no recordar, en alusión a los atentados del 11-M y al mensaje que transmiten algunos dirigentes del PP de que supusieron un vuelco electoral en favor de los socialistas.
Con «muchas ganas», Zapatero ha anunciado que va a hacer «bastantes» actos de campaña -el PSOE le ha programado una decena de mítines en quince días-, en los que va a explicar lo que han hecho los socialistas en estos años.
Quiere el presidente del Gobierno que los ciudadanos sepan que el PSOE es «el partido que ha conseguido el mayor nivel de protección social de toda la historia» y el que se opondrá de manera activa al copago sanitario que, según su opinión, promueve el PP.
«No pido el voto para mí -ha precisado-; pido el voto para los candidatos del PSOE (…) Y lo pido con más fuerza que si lo pidiera para mí».
En otro momento de su intervención ha cargado contra el PP por sus críticas a TVE y ha calificado de «bochornoso» el «nulo pudor que tiene la derecha y el PP diciendo que ahora Televisión Española es progubernamental».
«Ellos que hicieron la televisión de Urdaci, lo que siguen haciendo con Telemadrid o Canal 9», ha añadido, desde el convencimiento de que la ciudadanía «es muy inteligente y no va a dejarse engañar por esa campaña y ese poderío a veces intimidatorio que tiene la derecha en este país».
Zapatero no ha querido dejar de mencionar el pase del Barça a la final de la «Champions» e incluso ha bromeado al señalar que el candidato del PSOE a la Junta de Castilla y León, Óscar López, se explica tan bien y hace tan bien el «tiki-taka» que parece del Barcelona, aunque no lo es.
Precisamente López, que le ha precedido en el escenario, ha subrayado que el Gobierno de Zapatero ha invertido en León 15.000 millones en siete años, mientras que los ejecutivos de José María Aznar dedicaron 7.000 millones en ocho años.