El líder del PP, Mariano Rajoy, reclamó este lunes elecciones anticipadas, pues es la opción «más sensata», y criticó la situación de «interinidad» en la que entra el Gobierno gracias a la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero, ya que no ayuda a solucionar los problemas económicos. Rajoy, en una entrevista en la Cadena Ser, dijo que la decisión del presidente del Gobierno de no ser de nuevo el candidato electoral de su partido en las próximas generales no ayuda a crear la «seguridad, certidumbre y confianza» que necesita España para salir de la crisis.
También subrayó que la renuncia de Zapatero sólo es un «cambio de escenario» para el PSOE, no para los españoles, y como en su opinión la situación no se ha alterado «sustancialmente» y «las cosas siguen como estaban», es decir, sin que se ponga solución a los efectos de la crisis, Rajoy ha abogado por el adelanto electoral.
Pese a todo ello, y aunque prevé «desgaste» en el PSOE por su «bicefalia», el líder de los populares ha dejado claro que no presentará ninguna moción de censura. «Estamos ya en una grave crisis política, así que frivolidades las justas. No sirve ahora para nada, sólo para crear un debate, para que el PP la pierda, pues no tiene los votos suficientes. La moción de censura es un brindis al sol», resumió.
Más que la renuncia de Zapatero, lo que se requiere en España es «un cambio político» y que «el partido que ha gobernado mal hasta ahora pase a la oposición», afirmó Rajoy, para quien «no bastan las primarias» en el PSOE, sino las elecciones generales cuanto antes. Reveló el líder del PP que Zapatero no le ha llamado durante el fin de semana, aunque si se pusiera en contacto con él estos días y el presidente le pidiera opinión, Rajoy le desearía, confesó, «suerte en su futuro personal».
Límite de mandato
De paso, avanzó que si gobierna, no limitará por ley el mandato del jefe del Gobierno a ocho años. A su juicio, Zapatero no es un «pato cojo», sino «un presidente que no ha hecho bien las cosas» y que por tal motivo «su partido le ha forzado a tomar la decisión» que tomó. Tal y como insisitió el líder del PP, el adelanto electoral fue una petición que ya expresó al presidente en el debate sobre el estado de la nación de julio de 2010.
Desde entonces, según Rajoy, «las cosas han ido a peor», toda vez que muchos ciudadanos perdió su trabajo. Por esta razón, setenció que si hace casi un año se le hubiera hecho caso, España tendría ahora «más estabilidad y más seguridad». Para el presidente del PP, hay diferencias importantes entre la sucesión de José María Aznar, que recayó en el propio Rajoy, y la que abre Zapatero, pues al primero nadie en el partido se lo pidió, en tanto que al segundo le han «forzado» a renunciar.
El líder de los populares evitó hablar de los posibles sucesores del actual presidente pues sólo le preocupan los problemas de España. Con todo, Rajoy ha dejado claro que «falta partido» por disputar -a diferencia de la Liga, de la que ve ganador al Barça porque es difícil que pierda algún punto- y que no se ve aún como jefe del Gobierno, sino como «una persona que lleva cuatro años recorriendo España tras una situación difícil».
El programa electoral del PP buscará contentar no sólo a los votantes propios, sino también a los que se han decantado por otras fuerzas políticas en el pasado. La base del proyecto de los populares es, según Rajoy, la concordia.
Camps
Rajoy asegura que mantendrá a Francisco Camps como candidato a presidir la Comunitat Valenciana aunque, en medio de la campaña electoral, se abriese un juicio oral contra él. El líder del PP insiste en la defensa de la honradez de Camps y señaló que el hecho de que se abriese un juez oral no significa, en ningún caso, que una persona esté condenada.
Rajoy reiteró que Camps seguirá siendo el candidato porque la gente en la Comunitat Valenciana quiere y, en lo que a él respecta, porque se trata de un «candidato honrado» que no se ha vendido por tres trajes, como algunos han llegado a decir.
A la pregunta de por qué el PP no aplica el mismo baremo para otros candidatos, Rajoy señaló que no todos los casos son iguales, y recordó que también el presidente del PP de Canarias, José Manuel Soria, estuvo perseguido seis meses por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, y a los seis meses se le quitó la imputación. Comentó que, entonces, todo el mundo, sobre todo los partidos de la oposición, le pedían el cese de Soria y «las palabras se las lleva el viento» y luego, a pesar de lo que se dijo, el juez dio «un carpetazo» al asunto.
Volver a la ley del aborto de González
Rajoy también afirmó que si gobierna cambiará la actual ley del aborto para recuperar la de la época de Felipe González. El líder de los populares dejó claro que no comparte los términos de la normativa que entró en vigor en julio del año pasado y que su partido tiene recurrida en el Tribunal Constitucional. El PP también pidió la suspensión de la puesta en marcha de la ley hasta la decisión del alto tribunal, algo que la mayoría de los magistrados rechazó. Según destacó Rajoy, si es elegido presidente del Gobierno, cambiará la norma para volver a la anterior, a la que se aprobó en tiempos de Felipe González. El líder de los populares no habló de derogar la ley.
Respecto al reconocimiento del matrimonio homosexual, aseguró que no tiene una posición «cerrada» al respecto, pero dejó claro que en su idea prevalecerá la decisión del Constitucional, ante el que los populares también recurrieron la citada ley. El presidente del PP fue tajante al referirse al copago como modelo de financiación de la sanidad y de la educación. Los populares no incluirán en su programa esta posibilidad.
Lo que pidió Rajoy es crear empleo para que los ciudadanos puedan consumir y pagar más impuestos, y, en consecuencia, mantener el Estado del bienestar. El modo de oposición del PP es el correcto, en opinión del líder del partido, aunque reconoció que no puede gustar a todos.
Defendió, en este sentido, haber apoyado al Gobierno en lo que le ha parecido «razonable» para combatir la crisis y, al tiempo, se ha enorgullecido de no haber dado su respaldo a muchas de las medidas lideradas por José Luis Rodríguez Zapatero, ya que estaba convencido de que no eran buenas para España. Uno de los ámbitos en los que el PP está conforme con el Gobierno es Libia, cuya operación militar internacional cuenta con el visto bueno de Rajoy.
A su juicio, hay que favorecer «evoluciones» hacia sistemas democráticos en los países árabes para dejar atrás regímenes «impropios del siglo XXI» que, entre otras cosas y en algunos casos, contempla la lapidación. El presidente de los populares fijó en Europa su prioridad en política exterior, aunque sin desatender la colaboración con Estados Unidos y los lazos con América Latina. Rajoy ha revelado que estudia inglés tres horas por semana y que lo practica siempre que puede cuando viaja.