Lo primero que hizo nada más subir a la tribuna fue afear al PNV y CC que hubieran apoyado los Presupuestos como si en ambas comunidades el paro no hubiera crecido ni hubieran sido congeladas las pensiones. En ambos casos dudó de que los acuerdos suscritos entre ambos partidos y el Gobierno sean transparentes, por lo que exigió más explicaciones sobre las contrapartidas.
Sólo después se dirigió a Elena Salgado. Y fue para descalificar con dureza unas cuentas que, vaticinó, se concretarán en una mayor reducción de puestos de trabajo, pago de intereses por la deuda y nuevas subidas de impuestos. “Ni son adecuados, ni son sociales, ni son austeros, ni son fiables”, tronó Rajoy.
El líder conservador puso de manifiesto la contradicción de que las dos formaciones nacionalistas no se opusieran a la congelación de las pensiones decretada en mayo. Esos acuerdos, dijo, sólo servirán para que José Luis Rodríguez Zapatero pueda “aparentar que dispone de una mayoría parlamentaria” y seguir alargando “12 meses más la decadencia”.
Sin entrar en la recomendación de medidas concretas, Rajoy prefirió echar la vista atrás y culpó a José Luis Rodríguez Zapatero de haber reaccionado tarde y mal después de haber desoído sus recomendaciones de recortar el gasto. “Desde Bruselas lo tiraron del caballo de muy mala manera”, declaró.
Ése comentario y el del “tutelaje” de la política económica por parte de la Unión Europea provocó la indignación del socialista Francisco Fernández Marugán, que lo llamó “mentiroso” desde su escaño y obligó a José Bono a interrumpir el debate unos minutos por los gritos que se cruzaron los diputados de ambas bancadas.
Restablecido un relativo silencio, Rajoy vaticinó también que además de que el paro seguirá cerca del 20% el año que viene, los ciudadanos tendrán que hacer frente a mayores impuestos por la desaparición de las desgravaciones por compra de vivienda. En cuanto a la subida del IRPF para las rentas altas y las reformas en lo que tributan las SICAV, las calificó de “pura propaganda” para enmascarar una mayor presión sobre las clases medias.