Navas, intrascendente (6). El portero apenas tuvo que intervenir durante el encuentro. El Atlético rozó el gol por momentos, pero sin exigirle ninguna intervención. Tampoco tuvo que detener ningún penalti.
Carvajal, un rayo (6,5). El lateral demostró su vocación ofensiva, con asiduas subidas por la banda. Vio la amarilla por una falta táctica obligada. Una lesión le hizo abandonar el campo entre lágrimas.
Pepe, un seguro (6). El central dio mucha seguridad en todas las jugadas a balón parado. Rápido al cruce y con contundencia. Mantuvo la concentración en los momentos delicados.
Ramos, el gol (7). Como en Lisboa, de nuevo emergió la figura del andaluz. Anotó el tanto que otorgó ventaja al Madrid y ejerció liderazgo. Excepto alguna jugada aislada, cubrió bien su espalda.
Marcelo, la locura (6,5). No desequilibró tanto como acostumbra, pero por momentos fue la solución y el oxígeno. Un peligro para el Atlético cada vez que pisaba el terreno contrario.
Casemiro, omnipresente (9). El brasileño fue el ancla del Madrid. Robó continuamente e inició jugadas cuando era necesario. Cubrió las subidas de Carvajal, Danilo y Marcelo.
Kroos, espléndido (9). El alemán cuajó una de sus mejores noches. Todas las transiciones ofensivas del Madrid pasaron por sus botas. Acertado en el pase, dio aire al equipo y fue clave hasta que Zidane le retiró.
Modric, la llave (7,5). El croata, de nuevo, fue el encargado de llevar la batuta. Encontró los huecos y combinó a la perfección con sus compañeros. En la prórroga, el cansancio le hizo mella y sus córners apenas crearon peligro.
Bale, una bala (8,5). El galés fue el mejor arma ofensiva del Madrid. Desequilibró con su asombrosa velocidad y fue imparable en muchos momentos. Bajó el nivel, como muchos, en los treinta minutos añadidos.
Cristiano, el héroe (7). No fue su mejor noche. Se le vio algo flojo físicamente en algunas ocasiones y apenas pudo dejar atrás a la zaga rojiblanca. El destino le permitió convertir el penalti decisivo y erigirse como el centro de todos los focos.
Benzema, a ráfagas (6). La postura defensiva que adoptó su equipo no le favoreció. Emergió en las contras, donde exhibió su calidad. Dispuso de una buena ocasión en la segunda parte pero no batió a Oblak. Fue sustituido.
Zidane, con fortuna (6). El planteamiento del Madrid fue insuficiente. Se echó atrás, y al final recibió un tanto que les pudo costar el título. Al final, hace historia al conquistar la Champions en su primer año como entrenador del equipo blanco.
Danilo, de menos a más (7,5). Saltó algo tímido al césped, pero creció con el transcurso de los minutos. Bien en los balones altos, y rápido cuando más se requería su frescura. Fue importante.
Isco, una solución (7). El malagueño no especuló con el balón. Combinó rápido y fue una opción de garantías para sus compañeros.
Vázquez, oxígeno (6,5). Su entrada en el tramo final fue un alivio. Demostró su velocidad por banda y realizó buenas internadas. Estuvo algo lento a la hora de rematar una clara ocasión.
Alberto Puente