El fútbol volvió a ser tremendamente cruel con el Atlético de Madrid. Los colchoneros entraron en la historia como el primer equipo que pierde sus tres primeras finales de Champions, a pesar de que los rojiblancos realizaron un gran encuentro. Los hombres de Simeone se habían sacudido su fama de ‘Pupas’ en esta edición de la Champions, donde ganaron desde los penaltis frente al PSV, pero en el momento de la verdad toda la suerte del mundo volvió a corresponder a su vecino, el eterno rival millonario en dinero y en títulos. El Madrid es todavía más ‘rey de Europa’ con sus once Copas de Europa, a pesar de la gran agonía que pasó en Milán.
El choque fue una constante lucha anímica en la que todos tuvieron miedo a ganar. El Madrid se adelantó gracias a un gol ilegal de Sergio Ramos. Pero con el marcador a favor los blancos se amilanaron y entonces salió el mejor Atlético, ese que nunca se rinde. Los de Zidane especularon demasiado y vieron como el revolucionario Carrasco empató el partido, después de un fallo de Griezmann desde los once metros.
El madridismo empezó a temer lo peor en la grada y en ese momento los colchoneros fueron más ruidosos que nunca. Sin embargo, Zidane ganó el pulso en el último suspiro a Simeone porque ‘el Cholo’ fue muy conservador a la hora de hacer los cambios y permitió que su eterno rival jugase una prórroga mucho más fresca. El galo se convierte en campeón como entrenador, después de serlo como jugador y como segundo de Ancelotti. Después, en los penaltis, los lanzadores estuvieron muy acertados, hasta que Juanfran envió el balón al palo y Cristiano no perdonó. Casemiro jugó un partidazo y sostuvo a su equipo en todo momento.
Zidane sacó a su once tipo, mientras que Simeone decidió apostar por Savic y por Augusto para reforzar su alineación, mientras que a Carrasco le tocó esperar su turno en el banquillo. En los prolegómenos del partido, la final de la Champions pareció la Super Bowl por la actuaciones de Alicia Keys y Andrea Bocelli, pero en cuando echó a rodar el balón se vio que esto era un partido de fútbol.
Los jugadores del Atlético lo entendieron desde el primer momento desde el plano la garra y la lucha, mientras que los madridistas intentaban sonreír para calmar sus nervios de alguna manera. Los primeros minutos fueron un atasco constante, pero rápidamente se empezó a ver que los blancos jugaban con más alegría, mientras que los colchoneros estaban atenazados por su propia presión.
El Madrid se las prometía muy felices
Casemiro avisó a los colchoneros en una jugada a balón parado en la que logró rematar en el área pequeña. Oblak salvó a los suyos con un pie decisivo y esa jugada sirvió para tranquilizar al Madrid y meter más nervios todavía en las piernas de los rojiblancos. Por eso, en la siguiente jugada Ramos logró adelantar al Madrid. Kroos metió una falta lejana al área, Bale la peinó hacia atrás de cabeza y en el área pequeña el de Camas solo tuvo que empujarla por debajo de las piernas del portero. ‘El héroe de la Décima’ volvía a ser el gran protagonista, aunque esta vez solo necesitó 14 minutos para golear y se aprovechó de una posición ilegal para abrir la lata.
Después, el Madrid se adueñó del encuentro con la posesión y el Atlético persiguió sombras durante un buen rato, pero en los últimos compases de la primera mitad los colchoneros se adueñaron del balón por completo. El Madrid buscaba la contra descaradamente y no encontraba mucha salida, aunque los disparos de Griezmann no terminaban de inquietar a Keylor Navas. Carvajal vio amarilla antes del gol y el Atlético hacía mucho daño por su costado porque el lateral no podía emplearse con la dureza que le hubiese gustado.
El Madrid consiguió llegar al descanso con ventaja, pero tras la reanudación ‘el Cholo’ decidió cambiar el esquema. Metió a Carrasco en el campo y sacó a Augusto de la final. Además, Torres forzó un penalti de Pepe nada más volver de los vestuarios. El de Fuelabrada frenó para proteger el balón con su cuerpo y el central del Madrid le zancadilleó. Keylor puso nervioso a Griezmaan y la estrella rojiblanca mandó el balón al larguero.
En cualquier caso, el Madrid no reaccionó tras el susto y los colchoneros tuvieron pequeñas ocasiones en los minutos posteriores, aunque los intentos de Savic y Saúl se fueron por la línea de fondo. Los minutos no pasaban para los blancos, pero pasada la hora de partido consiguieron estirarse mucho más.
Benzema perdonó un mano a mano en una jugada en la que también pudo pasar a Cristiano y un defensa sacó bajó palos un disparo de Bale, cuando Oblak ya estaba batido Sin embargo, el Atlético no perdonó un minuto después y Carraco aprovechó un gran centro de Juanfran para igualar la contienda.
El Madrid supo sufrir tras el gol
En los últimos minutos del tiempo reglamentario, Bale tuvo un cabezazo nítido, pero el balón se fue por encima de la portería y el encuentro se marchó irremediablemente a la prórroga. En el tiempo extra, los dos equipos estaban exhaustos, pero Simeone condenó a sufrir a los suyos al agotar los cambios en el último suspiro, cuando pudo hacerlo mucho antes. Cristiano, Casemiro y Lucas Vázquez protagonizaron tímidos intentos, pero Oblak no tuvo que volver a intervenir hasta que llegó la tanda de penaltis.
En los lanzamientos decisivos, los porteros no estuvieron muy finos y se quedaron siempre muy lejos de parar los disparos, hasta que llegó Juanfran y envió el balón al palo. Curiosamente, uno de los jugadores más destacados del encuentro se convirtió en la personificación de la derrota. Cristiano marcó el disparo decisivo, se quitó la camiseta y volvió a exhibir su famoso grito de guerra en su primera entrevista como campeón.
Felipe Poza