La catástrofe del Real Madrid en el derbi fue la crónica de una derrota anunciada. De hecho, Zidane fue el que anticipó en rueda de prensa que el equipo blanco se suicidaría en su propia casa. El francés señaló que volvería a jugar a lo mismo que en los últimos partidos y que no iba a pensar en el rival a la hora de hacer su alineación, a pesar de que por las virtudes del Atlético era fácil pensar que los colchoneros no dejarían muchos espacios y que tendrían mucha superioridad en las bandas y en el centro del campo.
Sin embargo, era difícil prever la magnitud de la catástrofe que se vivió el sábado en el estadio blanco. El Madrid fue un equipo casi inofensivo y los gritos de “Florentino, dimisión” se escucharon a un volumen jamás registrado en Concha Espina. Además, para alimentar todavía más las llamas del incendio, apareció Cristiano Ronaldo en rueda de prensa y dudó públicamente de la calidad de sus compañeros, de los médicos y de la planificación física de la temporada.
Por todo eso, el madridismo exige a gritos una revolución, aunque de momento en el palco toca tener paciencia. Florentino no anunciará el anticipo de las elecciones sin ver la evolución del equipo en las siguientes semanas, pero las futuras elecciones de socios compromisarios pueden acabar en una moción de censura que obligaría a convocar nuevos comicios este verano.
De esta forma, la actual directiva tiene que medir muy bien todos sus pasos. La gente no mira demasiado al banquillo, pero si la temporada acaba con un desastre absoluto en Champions y el equipo se deja ir todavía más el entrenador no puede comenzar la temporada que viene sin contar con la plena confianza de la directiva.
En cualquier caso, tampoco existen demasiados entrenadores en el mercado con capacidad para ilusionar a la afición. Las opciones de Del Bosque y José Mourinho son inexistentes con los actuales mandatarios, por lo que el fichaje de cualquier otro técnico sería una apuesta arriesgada.
Löw, el deseado
No obstante, el único que cumpliría con todos los requisitos para el puesto sería Joachim Löw, pero el seleccionador alemán tiene contrato hasta 2018. El Madrid tienta al hombre que cambió de estilo de la 'Mannschaft' y les llevó a ganar el Mundial de Brasil, pero el técnico siempre se ha mostrado fiel a su compromiso con la federación germana.
Pese a todo, este verano puede abrirse una oportunidad de ficharle, puesto que los resultados en la Eurocopa de Francia pueden hacer que el entrenador se eche a un lado tras diez años en el mismo banquillo. Löw siempre dijo que le gustaría entrenar en España y ayudaría a que Kroos se acoplase de una vez por todas al equipo blanco.
Pochettino, la revelación
Por otra parte, Mauricio Pochettino todavía no tiene la fama suficiente como para ser el hombre fuerte del nuevo proyecto. El argentino está avalado por su experiencia en el Espanyol, donde entrenó cuatro temporadas con el equipo siempre lejos del descenso al final de temporada, aunque un mal inicio en la temporada 2012/2013 le costó el puesto.
Después, tuvo un paso destacado por el Southampton, donde el equipo dio un gran salto de calidad. Esto le sirvió para fichar por el Tottenham, donde terminó quinto en su primera temporada y el juego de su equipo dejó grandes sensaciones. Esta temporada marcha segundo y está a dos puntos del líder, con lo que su caché puede subir muchísimo si consigue que el equipo londinense se lleve la Premier 55 años después de su último título liguero.
Su juventud y carácter pueden hacer pensar que es el hombre idóneo para emprender los cambios que el Madrid necesita. Tiene contrato hasta 2019 con su actual club, por lo que con un éxito tan grande bajo el brazo, Daniel Levy no le dejaría salir por las buenas. Florentino tendría que tirar de chequera para convencer al propietario del Tottenham, pero visto lo visto en el caso de Bale ni con una oferta escandalosa tendría la contratación garantizada.
Valverde no convence al madridismo
Por último, la opción de Ernesto Valverde parece la más descabellada. El exfutbolista del Barcelona no vende mucho en el Bernabéu, aunque el Sport le quiere colocar como el mejor colocado en la lista de Florentino. Ha conseguido dotar al Athletic de un estilo de juego propio y que los vascos estén siempre en la zona media-alta de la tabla, pero eso no parece suficiente para el Real Madrid.
Ganó varios títulos en Grecia en su etapa en Olympiacos, pero tampoco está acostumbrado a gestionar vestuarios con verdaderas estrellas, ni ha logrado éxitos mayores en las principales ligas. No sería ningún escudo fiable si las cosas vienen mal dadas al comienzo del año. Acaba contrato este verano y eso le puede convertir en una opción interesante. Berizzo también está en idéntica situación, pero tiene todavía menos cartel que ‘el Txingurri’.