El Atlético de Madrid firmó un empate sin goles y sin fútbol frente al Villarreal en una jornada que deja al Barcelona como líder destacado con ocho puntos de diferencia con respecto a los rojiblancos. Este domingo el Atlético volvió a exhibir los vicios del pasado y jugó durante muchos minutos a ver pasar el tiempo con demasiada confianza en que el gol caería por sí solo.
Correa fue el único futbolista colchonero que ofreció algo diferente, pero el Atlético echó mucho de menos la frescura de Carrasco. Griezmann y Torres estuvieron completamente desaparecidos durante todo el encuentro, mientras que los cambios tampoco aportaron la claridad necesaria al equipo.
El Villarreal se permitió el lujo de rotar en este encuentro y pese a ello no sufrió demasiado y tampoco concedió ni una sola ocasión clara. El Atlético se volcó algo más al final y dio opciones a los amarillos a la contra, pero la magnífica actuación de Savic impidió que Oblak tuviera que intervenir en toda la noche.
Simeone apostó por su once tipo en las últimas semanas, con Correa en el lugar del lesionado Carrasco, mientras que Marcelino dejó a varios de sus titulares en el banquillo y utilizó el encuentro para rotar. Sin embargo, los dos equipos entraron al campo muy enchufados y sin ganas de regalar nada a su rival, por lo que no se vio demasiado fútbol en la primera mitad.
De hecho, el Atlético sufría muchísimo en la circulación y solo era capaz de llegar área con centros indefensos que acababan en las manos de Areola. Samu Castillejo reclamó un penalti por un contacto con Saúl dentro del área en los minutos iniciales y Bonera mandó por encima de la portería un balón que se le quedó muerto tras un saque de esquina rechazado.
Correa, el único revolucionario
Asimismo, Griezmann también tuvo el gol muy cerca en un testarazo, pero no llegó a conectar con potencia tras un centro de Juanfran y el balón salió con timidez por la línea de fondo. En resumen, un balance muy pobre en los primeros 45 minutos, que recordaron al fútbol que exhibieron los colchoneros la semana pasada en Getafe.
No obstante, los primeros minutos de la segunda mitad continuaron con el mismo ritmo cansino, hasta que el Atleti y su público decidieron meterle una marcha más al partido. Correa empezó a hacer diabluras y con una vaselina tras un amago precioso estuvo muy cerca de sorprender a Areola, pero el portero despejó el balón con lo justo por encima de la portería. Asimismo, Correa asistió a Torres en la siguiente jugada, pero el Niño no llegó a rematar por muy poco cuando con un simple toque podría haber servido para abrir la lata.
En cualquier caso, con el Atleti más volcado, el Villarreal tenía más peligro debido a la velocidad de Bakambu. El congoleño estuvo muy cerca de sorprender en una contra, pero su disparo potente se fue muy desviado, cuando había conseguido plantarse solo frente a Oblak. Del mismo modo, Denis Suárez también tuvo la suya, pero Savic le taponó el disparo de forma magistral.
Finalmente, Koke lo probó con un centro que no pudo rematar Torres, pero que llegó con peligro a puerta, aunque Areola estuvo bien colocado para sacarlo y el delantero lo probó con otra jugada personal en el área que culminó con un disparo muy flojo. En el tiempo de descuento, Vietto tuvo una opción muy clara, pero Bailly estuvo más rápido y evitó el disparo.
ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Filipe, Savic, Godín, Juanfran; Gabi, Saúl (Kranevitter, min.80), Koke, Correa (Vietto, min.69); Torres y Griezmann (Óliver Torres, min.62).
VILLARREAL: Areola; Mario, Bonera, Víctor Ruiz, Bailly; Rukavina, Bruno Soriano, Pina, Castillejo (Denis Suárez, min.67); Soldado (Adrián, min.63) y Bakambu (Leo Baptistao, min.82).
Árbitro: Prieto Iglesias (C.Navarro). Amonestó a Gabi (min.69), Filipe Luis (min.73) por parte del Atlético de Madrid. Y a Samu Castillejo (min.61) y Bailly (min.77) en el Villarreal.