El delantero. Esa ha sido la demarcación que más quebraderos de cabeza ha traído al seleccionador Vicente del Bosque desde que David Villa pusiera rumbo a la MLS y, por tanto, dijera adiós a la selección. Desde el pasado Mundial, Torres, Alcocer, Diego Costa, Aduriz, Morata y otros que no han recibido la llamada del técnico han peleado por conseguir hacerse con el puesto del ‘nueve’ de España. El entrenador finalmente apostó por Morata, el ‘siete’, que ha cumplido la exigencia que se requiere en un puesto tan importante.
Ante la República Checa, el aún delantero de la Juventus tomó protagonismo. Bajó a recibir el esférico, protegió el balón y habilitó a sus compañeros. Sin embargo, de cara a puerta no anduvo acertado. Erró en varias ocasiones y se volvió a discutir la falta de gol que tenía España. Del Bosque, lejos de echarse atrás, apostó este viernes por el mismo once que cuatro días atrás.
Y Morata pudo reivindicarse. Demostró en el inicio que se aleja del prototipo de delantero de área. Fue una ayuda constante y combinó lejos de su hábitat natural. Pero también dejó patente su olfato goleador. Corría el minuto treinta y tres del encuentro cuando Nolito, con un gran centro, le dejó en una situación idílica. El ariete, con un gran gesto, cambió la trayectoria del balón e imposibilitó que el guardameta turco pudiera detener el disparo.
Ya había avisado con anterioridad con algún disparo lejano. Y es que fue una amenaza constante para los turcos. Su envergadura le otorga unas cualidades, pero no le resta otras: es muy rápido. Y también pícaro, sólo así supo adentrarse en el área y colocarse en el lugar idóneo para empujar a la red el pase de Jordi Alba. Era su segundo tanto. Fue la gran figura del encuentro, y la UEFA le premió: le designaron MVP.
Tras el encuentro, Morata aseguró que era un sueño compartir vestuario con el resto de la plantilla, y participar con una selección a la que antes divisaba por la tele. No sabe si este resultado (3-0) coloca a España como la favorita a conquistar la Eurocopa, pero si ha asegurado que ellos no piensan en eso. “Reina el buen ambiente, nos reímos y jugamos, y eso se nota en el campo”, zanjó el delantero de la selección.
Alberto Puente