La casa de Gran Hermano VIP se queda huérfana de la trama más truculenta que ha vivido en su última edición: la formada por los hermanastros Javier Tudela, hijo de Makoke y del empresario Javier Tudela, y Laura Matamoros, hija de Kiko Matamoros y de Marian Flores. El joven fue expulsado del reality la semana pasada, justo el mismo día que su padrastro Kiko hacía su entrada triunfal en GH VIP, donde ha permanecido unos días en calidad de invitado.
Kiko ha logrado limar asperezas dentro del concurso con su hija Laura, quien con 22 años no ha dudado en contar ante las cámaras algunos de los capítulos más truculentos de su infancia y adolescencia, de la que asegura que su padre se ha desvinculado totalmente. Matamoros, de 59 años, tiene en su haber cinco hijos biológicos, además de Javier, hijo de su pareja, pero al que ha criado (según sus propios consanguíneos) mejor que a muchos de sus vástagos.
Los cuatro mayores, Lucía, Diego, Laura e Irene son fruto de su matrimonio con Marian Flores, hermana de la modelo Mar Flores, a la que Kiko representaba. Lucía Matamoros, de 30 años, es la mayor, y pese a ser la que más tiempo ha convivido con el colaborador de Sálvame, ahora no tienen ninguna relación. Sus problemas comenzaron a raíz de las innumerables disputas que sus padres protagonizaban en su presencia, y que desembocaron en divorcio. La joven es la más discreta de la familia, nunca ha aparecido en televisión y no hace uso de ninguna red social, aunque sí aparece en las de sus hermanos.
El segundo es Diego, de 28 años. Con él comenzaron los problemas entre los Matamoros, porque, además de para sacarse un dinero, fue el primero en acudir a la televisión para “contar toda la verdad” sobre la falsa “vida perfecta” que rodeaba a su famoso padre. Unos negocios que acabaron en fracaso y en los que Makoke estaba también metida fueron los que provocaron el estallido furioso del único hijo varón de Kiko. A la salida del mismo este domingo de GH VIP se esperaba una reconciliación al nivel de la de Laura, que ha confesado sentirse “engañada y manipulada” por la situación. Sin embargo ese abrazo tan deseado no llegó a producirse, porque según Kiko tienen “muchas cosas que hablar” antes de dar ese paso”. «Espero que de verdad haga las cosas bien a partir de ahora y pienses más en tus hijos, en las repercusiones y valores más lo que tienes. Ella te quiere», le espetaba Diego. En las redes sociales Diego presume de músculos, de quedadas con amigos (con los que aprovecha para fumar en sisha, una de sus aficiones favoritas), de su familia y de las ocasiones a las que acude al plató para defender a su querida hermana.
La tercera es Laura, actual concursante de Gran Hermano VIP. La guapa morena de 22 años, aunque haya llorado mucho dentro del concurso porque según ella llegaron hasta el punto de tener sólo arroz blanco para comer, no duda en compartir fotos de sus viajes a tierras paradisíacas en Instagram. Le encanta hacer gala de su lado más romántico, que pone en práctica con su novio, y del estupendo tipo del que puede estar orgullosa. Es muy amiga de Fonsi Nieto y de su novia, con la que comparte varias imágenes, pero además de sus perros y sus amigas, de lo que más le gusta presumir es de madre, a la que defiende por encima de todo. Hay que remontarse al inicio de su cuenta para ver una foto de ella junto a la menor de la saga, Ana, hermana sólo de padre. A través de ella Ana felicita, hace dos años, el cumpleaños a su hermana, con la que por aquel entonces compartía un gran cariño.
Irene fue la última hija que Kiko tuvo con Marian Flores. Según el propio colaborador, la cosa estaba muerte entre ellos cuando Irene vino al mundo, y fueron únicamente unos meses los que pasó al lado de ese bebé que ahora tiene 17 años. A través de Twitter Irene no duda en defender con fervor a su hermana Laura, que ha sido la que ha contado que Kiko nunca se ha preocupado de pasarle la pensión a la pequeña. Irene lleva una vida discreta, como la de cualquier estudiante de bachillerato normal, sube fotos con su perro y con amigos de su edad, con los que acude a algún que otro concierto, entre los que se encuentra el de Dani Martin, del que es fan incondicional.
Great concert!!! Thank u @passengermusic Gracias! pic.twitter.com/8VbwYj9qsX
— Irene Matamoros (@IreneMatamoros) octubre 31, 2014
Ana es la menor de los hermanos, tiene 16 años y es hija de Kiko y de Makoke, con la que guarda un gran parecido. Es la más presumida de todos, y no para de publicar imágenes en las que posa poniendo ‘morritos’. Hace cuatro semanas mostraba una fotografía de su novio, que rezaba “one year with you”, y según las imágenes se puede apreciar que comparten un gran ‘feeling’ dados los numerosos besos que adoran enseñar al mundo. También presume de padre, madre y de hermano (Javier, por parte de madre), y hay que viajar hasta al inicio de su cuenta para ver una foto junto a su hermana Laura. Según su padre, quiso compensar con Ana el poco trato que ha tenido con el resto de sus vástagos, por lo que consiente a la adolescente hasta el infinito.
Javier Tudela es el sexto en discordia. Aunque no es hijo biológico de Kiko, convive con él al ser hijo de su pareja Makoke. A sus 21 acaba de ser expulsado de Gran Hermano VIP, donde ha tenido sus más y sus menos con su hermanastra Laura por los conflictos que existen con su madre, a la que la hija de Matamoros tacha de “malmetedora”, y de influir negativamente en su padre. Tudela pasa las horas en el gimnasio y de fiesta con sus amigos, algo que le recriminan el resto de sus hermanastros.
La relación entre los hermanos de padre y madre es excelente, pese a que con los que provienen de Makoke, dadas las críticas hacia su madre, comparten diferencias que para ellos son insalvables. Aun así hubo un tiempo en el que todos formaban parte de una familia feliz, algo que, si se producen las disculpas pertinentes, podría convertirse de nuevo en una realidad.