Estaba yo en mi bar favorito cuando se me acercó un conocido de esos que siempre tienen razón. Un centrocampista de la controversia con copa en la mano que gusta de rematar con dos jugadas clásicas del debate tabernero hispano. Una es: «¿Y a ti qué más te da?». La otra, más sofisticada, consiste en argumentar con énfasis: «¡Qué se jodan!».
– ¡Ya tiene Rajoy su Investidura! exclamó satisfecho. Los socialistas le apoyarán gratis. Rivera, en cambio, pudo sacarle cuatro cosillas en materia de corrupción.
– No se opone mejor el que dice que no, si no el que consigue cosas, manifesté. Si en España se resolviese lo de la corrupción, lo demás se daría por añadidura.
– Quizás, respondió escépticamente. Veamos primero si el PNV votará a Rajoy.
– No parece, dije. ¿Y, ahora, qué?
– Pues ahora el PSOE ha entregado directamente su cabeza a Rajoy en una bandeja de plata.
– En efecto, admití. Rajoy y los barones socialistas acabaron, cada uno por su lado, con Sánchez que, también, puso de su parte. Vimos una bochornosa autovoladura del PSOE. Triste para el verdadero Pablo Iglesias que fundó ese partido en 1879. Igual Javier Fernández, presidente de la gestora, consigue poner orden y cordura en ese gallinero.
– La política es algo muy serio, afirmó solemnemente. Ahora los socialistas se tragarán otro sapo letal, el de dejar que Rajoy sea investido por segunda vez Presidente del Gobierno. Igual se escinden por este motivo.
– Tampoco importará que Rajoy presida desde más de una década la corrupción del Partido Popular con su cabeza metida en un agujero de avestruz, añadí descorazonado.
– Nunca sabes, dijo. Con Sánchez eliminado igual se cargan los suyos a Rajoy, me dijo caritativamente. El Partido Popular tendrá un congreso en la primavera y será una oportunidad para su regeneración.
– ¿Tú crees? pregunté sorprendido.
– Los socialistas se han suicidado colectivamente mirándose el ombligo y de reojo a Podemos, prosiguió. En próximas elecciones sus electores se quedarán en casa, votarán a Podemos o a Ciudadanos. Algunos incluso al PP. Pero Iglesias es más ganador de esta debacle socialista que Rajoy.
– En España suelen ganar los mirones.
– Si el PSOE deja gobernar a Rajoy, querrá, luego, hacer una oposición despiadada, afirmó preocupado.
– Si eso es competir con Podemos, será un desastre. Los socialistas tienen que buscar una verdadera transversalidad y Ciudadanos es un apoyo para ello. No debieran de criticarles como si fuesen un PP bis.
– Ahora nos ahorraremos las elecciones en Navidad, señaló con aparente alivio.
– Quizás te equivocas, repuse. Con unos socialistas destrozados es cuando más le puede interesar a Rajoy las elecciones que siempre ha querido para una nueva mayoría absoluta y un «sorpasso» de Podemos al PSOE. Campo libre para la eternidad….
– Pues votaremos en Navidad, dijo con falsa resignación. Peor sería el domingo anterior que es cuando compro los regalos. Tampoco hará falta, continuó después de beber de su copa, que Rajoy, un gran patriota, se inmole por España dando paso a otro de su partida….
– ….. Querrás decir “partido”, le interrumpí.
– Como quieras. Yo me refería a los de su círculo más íntimo. ¿No querrás que Rajoy le pase el testigo al Presidente de Castilla y León, un tal Juan Vicente Herrera, que le dijo recientemente que se mirase en el espejo? me preguntó desafiante.
– Por algo se lo diría. Además, Herrera ha acabado con ese festejo sanguinario y anacrónico del Toro de la Vega.
– En todo caso, “España va bien”, como decía Aznar. Crecemos con el presupuesto electoralista de Rajoy del otoño pasado. Haría bien en repetirlo, si le deja Merkel. Y, a falta de su segunda Investidura, sigue gobernando sin responder al Parlamento.
– Eso no se lo merecían los españoles.
– Pues, ¡qué se …!
– No hace falta que lo digas, le interrumpí, pero, no es democrático.
– Y a ti, ¿qué más te da?
– ¡Hombre! Exclamé, dispuesto a seguir la conversación, pero, marcados sus dos goles, éste especialista del debate con copa ya se había marchado a otra parte.
Carlos Miranda
Embajador de España
Carlos Miranda