Cuando se cumplen diez años de aquel terrorífico atentado y de todas sus consecuencias, uno piensa que no hemos avanzado mucho en la superación de esa sucesión de acontecimientos, no digo en el terreno legal y jurisdiccional, sino en el político, moral y psicológico. Los comprometidos desde un principio en la tergiversación de los hechos por intereses políticos perversos, no se han apeado de verdad de sus posiciones, aunque algunos se han tenido que calmar algo ante los sucesivos y definitivos fracasos de sus elucubraciones estúpidas y siniestras. No se entiende como tantos hayan podido dedicar tantos esfuerzos y tanto entusiasmo a la fabricación y sostenimiento de una de las mayores falacias que se recuerdan en la historia de este país. La lectura de unas entrevistas con el juez Bermúdez y con el que era comisario de Vallecas, entre otros, me hacen revivir las principales impresiones de la década transcurrida y me refrescan los recuerdos de tanta mentira y tanta desfachatez en el intento de envenenar la conciencia de todo un país.
Si el atentado era yihadista, quedaría claro que el móvil era la vengaza
Por lo que a mi personalmente se refiere, el cogollo de lo peor reside en el intento de disimular el móvil de aquella atrocidad del 11 de Marzo de 2004. Si el atentado era de ETA, pues eso hubiera sido la salvación de los responsables interiores de la guerra de Irak. Eso explica su pánico y su furor por imponer la versión redentora. Si el atentado era yihadista, quedaría claro que el móvil era la venganza, por aquella guerra, en la que la España oficial se había comprometido, junto al Reino Unido, en el apoyo al gran protagonista, George Bush. Hablo de que la necesidad de que la verdad histórica se asiente en todas las conciencias, para que después entre todos seamos capaces de exigir a cada uno al nivel de sus responsabilidades. ¿Por qué, si no, esta titánica lucha por establecer una versión de los hechos desmentida desde el primer instante por la pura realidad?. Las elecciones de tres días después se perdían con toda seguridad si la que prosperaba no era la autoría de ETA. Eso lo sabe todo el mundo, pero hay que remacharlo.
Pedro Calvo Hernando