La bolsa española sigue cayendo. Esta semana se ha anotado otro 1,36 por ciento de caída. Lejos quedan ya los 10.000 puntos que el IBEX alcanzó el pasado 21 de octubre, aunque todavía acumula ganancias anuales del 13,5 por ciento. Hay muchos nervios y algunos asuntos que vienen perturbando el funcionamiento lógico de los mercados como las dudas sobre la retirada de los estímulos a la economía norteamericana. También han provocado distorsiones la marcha definitiva del proyecto de Eurovegas de Madrid, que ha afectado y mucho a algunas constructoras, y los cambios en el IBEX (salida de Endesa y entrada de Bankia y Gamesa que se han anotado subidas importantes). Parece que muchos analistas dan ya por muerto el rally de Navidad del que tanto se ha hablado, aunque hay que estar muy atentos a los próximos días 17 y 18 cuando se celebre una reunión clave de la Reserva Federal norteamericana, sobre todo a media tarde del 18 que será cuando hagan públicas sus decisiones. Hasta entonces, la bolsa española puede seguir bajando. Algunos expertos se atreven en cifrar esas nuevas pérdidas en el entorno de los 100-150 puntos. Habrá qué ver también cómo afecta a las grandes eléctricas la decisión del Tribunal Supremo de que se hagan cargo de la financiación del déficit de tarifa que provoca el gap entre el coste de producción y el precio de venta de la energía.
Lo que sí tiene claro todo el mundo, con sus preferencias bien marcadas, es que 2014 va a ser un buen año para la renta variable española. De hecho, la mejor inversión. Analistas y grandes fondos toman posiciones en España, ya que puede ser una de las bolsas que recoja el mejor ánimo en general que se va a vivir en la economía mundial. También es uno de los mercados que reserva más potencial de subida. Telecomunicaciones, petroleras, algunos bancos de los grandes, pero también de los medianos, junto a firmas concretas como Inditex han sido señaladas como potenciales estrellas para el año próximo.
Carmen Tomás