Que el líder de la oposición aproveche un momento de debilidad política de su principal oponente, el presidente del Gobierno, debido a un escándalo de corrupción en el que presuntamente puede estar implicado este y su partido, para pedir su dimisión, entra dentro de lo normal en el juego político. El problema surge cuando ese líder de la oposición carece, por su actuación en el pasado reciente, de la autoridad moral suficiente para reclamar algo de ese tenor. Ese es el problema que tiene Rubalcaba y del que el PSOE debió ser consciente al elegirle hace ahora un año como secretario general en sustitución de Zapatero.
Del «váyase señor González» de Aznar en los 90 hemos pasado al «váyase señor Rajoy» de Rubalcaba del 2013
Rubalcaba dijo textualmente este domingo: «El señor Rajoy no puede dirigir nuestro país en un momento tan delicado como este. Su permanencia al frente del Gobierno no va a hacer sino agravar la crisis política. Le pedimos que abandone la presidencia y de paso a otro presidente que pueda restablecer la confianza, la seguridad y la estabilidad que España necesita». Es decir, del «váyase señor González» pronunciado por Aznar en el Congreso de los Diputados a comienzos de los 90 hemos pasado al «váyase señor Rajoy» de Rubalcaba del 2013.
El actual líder del PSOE lleva la friolera de treinta años en política, ocupando diversos cargos en los Gobiernos de Felipe González, de Zapatero y desde hace un año al frente del partido. En estas tres décadas ha visto, cuando no vivido en primera persona, todos los escándalos de corrupción que afectaron al PSOE en los finales de los años 80 y comienzos de los 90: Filesa, Malesa, Time Sport, fondos reservados, BOE, RENFE. Por no hablar de la guerra sucia contra ETA a través de los GAL que dio en la cárcel con un ministro del Interior (José Barrionuevo), con un secretario de Estado de Seguridad (Rafael Vera) y con un director de la Seguridad del Estado (Julián Sancristobal). Y de ese Gobierno, Rubalcaba fue su portavoz. Más recientemente, ha vivido el escándalo de los ERES falsos de la Junta de Andalucía o el de la Fundación IDEAS con Mulas y la invisible Amy Martin a 3.000 euros el artículo.
El PP y Rajoy deberán emplearse a fondo para aclarar urgentemente todo lo relacionado con la actuación de quien fue su gerente durante diecisiete años y al que en el 2008 el propio Rajoy ascendió a tesorero, Luis Bárcenas. Lo mismo que deberá aclarar si ha habido financiación ilegal del partido durante todos estos años y si alguien, incluido el propio Rajoy, ha cobrado algún tipo de sobresueldo en «b». Pero mientras que no se demuestre que los papeles publicados por El País son verdaderos, Rubalcaba debería ser mucho más comedido en sus afirmaciones, no solo por pura prudencia, sino porque su actuación en el pasado no le da ninguna autoridad moral para ponerse ahora al frente de la manifestación.
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Cayetano González