Las manifestaciones pro-independentistas de Francesc Homs referentes al Estado propio después de unas elecciones, unidas a las del Presidente de la Patronal CEOE Joan Rosell, en el sentido de que hay que buscar una solución definitiva al problema de financiación de Cataluña, incluso si es necesario cambiando la Constitución, y a las de la Vicepresidenta del Gobierno quien anunció una reforma de la financiación autonómica en breve, me hacen pensar que estamos ya ante la sistemática del chantaje y del pasteleo en el que llevamos viviendo 30 años.
Y ese pasteleo consiste en que el gobierno de turno de Cataluña protesta, amenaza, chantajea y el Gobierno Central busca una solución que pasa por darle más de todo lo que pida y hasta la próxima.
Parece inverosímil que un sistema de financiación adoptado en 2009 con el beneplácito de las comunidades, presente a poco más de dos años después todo tipo de problemas para la comunidad catalana y que vaya a adelantarse el calendario para su revisión en base al arrebato independentista producido. No tenemos problemas más importantes en estos momentos.
Cierto es que Cataluña está viviendo un grave problema económico, pero no es menos cierto que el resto del país también. Y también es cierto que el suyo viene generado, en gran medida, por la mala gestión del gobierno del Tripartito que fue elegido allí mismo, como reconoce el propio Sala i Martín, economista independentista catalán. De ahí que responsabilizar del problema al resto de España no es justo y es más propio de partidos y regímenes como el de Kirchner en Argentina.
Además, en el caso de llevarse a cabo la reforma de la financiación del tipo que sea, creo que es de sentido común pensar que para que Cataluña reciba más fondos tendrá que haber alguna comunidad que reciba menos y la verdad es que no se me ocurre qué comunidad podría estar dispuesta, a no ser que fuese por la vía del pasteleo, de la componenda y de la presión a alguna controlada por el partido del Gobierno Central, y no me quiero maliciar cuál podría ser esa comunidad.
También hay que tener presente que dado que Cataluña no es la comunidad que más recursos genera de España, sino que es Madrid y que además Cataluña percibe mucho más que proporcionalmente e incluso en valor absoluto que la primera, creo que cualquier reforma que pudiera hacerse beneficiando todavía más a Cataluña, debería hacer saltar chispas entre la ciudadanía de la piel de toro.
Y creo que si se profundiza en esa injusticia por la vía de la componenda y del pasteleo, como ya estamos acostumbrados, a los que viven en Madrid no les quedará más remedio que fundar y encargar el gobierno al PLIM, Partido Liberal Independentista de Madrid, para estar en igualdad de condiciones y echarse al monte a ver que sacan, porque siendo serios con la palabra dada, consecuentes con la situación del país y solidarios con el resto, ya saben que no van a ninguna parte, sólo a que les vacíen los bolsillos.
Digo yo que a lo mejor a Esperanza Aguirre no le importa ponerse al frente de ese partido. Se lo voy a sugerir a ver si se anima, aunque yo creo que me dirá que a ella ya PLIM.
José Luis Martín Miralles-Estrella Digital
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