El PP parece muy seguro de ganar las elecciones generales de 2012 y es muy probable que así ocurra. Sin embargo, no saben o no pueden reprimir su preocupación ni sus nervios ante la figura de quien desde este sábado será ya oficialmente el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. Que se ahorren esfuerzos inútiles en la descalificación del candidato socialista, porque ellos saben, como todo el mundo, que Rubalcaba es el mejor elemento de la clase política española, con diferencia, incluyendo el candidato del PP, como señalan, además, todas las encuestas.
Más les valiera a los de Rajoy-Cospedal poner su empeño en elaborar una buena alternativa, un buen programa y unos mejores perfiles del candidato. Si no lo hacen, el riesgo creciente de que el socialista termine remontando la diferencia que dan las encuestas será una realidad. Llovería sobre mojado, pues es exactamente lo que sucedió en 1993, 2004 y 2008, las tres ocasiones en que el PP perdió las elecciones cuando las encuestas y las expectativas señalaban lo contrario. No hace falta que me den las gracias por la advertencia…
Parece que el discurso que pronunciará ante el Comité Federal el todavía vicepresidente del Gobierno será tan impactante que por sí solo podría hacer bajar varios puntos esa diferencia que vienen arrojando las encuestas. Por la sencilla razón de que el electorado desanimado del PSOE necesita un buen estímulo para recuperarse, ya que la perspectiva de que ganen el PP y Rajoy las generales busca un sólido pretexto para alimentar esos estímulos. En todo caso y pase lo que pase, lo cierto es que el PSOE se encuentra ahora en el momento culminante para dar un salto y superar la crisis a la que le ha conducido la otra crisis, la económica, y el fiasco de haber tenido que tomar medidas contrarias a su programa y su ideología, como yo les recordaba hace unas fechas. Y otra recomendación, ahora al candidato socialista, para que no se pase en su prédica izquierdista, no le vayan a tildar de bailador de la yenka, cuando lo suyo siempre fue el atletismo y su furibunda afición al fútbol. Tampoco hace falta que me dé las gracias…
Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.
Pedro Calvo Hernando