El Partido Popular, adelantándose al resto de partidos políticos, ha marcado la salida en lo que se llama “precampaña electoral”. Y lo ha hecho con la presentación de su convención de este fin de semana en Sevilla y, siguiendo la moda reciente, con un vídeo producido para la ocasión.
Es posible que la crisis también haya mermado la creatividad. Lo cierto es que los estudiosos del lenguaje audiovisual no dan crédito a la baja calidad del vídeo, tanto desde el punto de vista argumental como de realización. La idea es buena pero está mal ejecutada. Además de algunas interpretaciones e imágenes mejorables, se observan dos pasajes que no deberían estar: primero, cuando señor en blanco y negro abre una puerta, recibe un cubo de pintura; y segundo, aparecen las palabras mágicas del slogan del PSOE en 1982, EL CAMBIO. Podría decirse que, como mínimo, los autores no han estado muy atinados.
Pero, con todo y al margen de cuestiones de forma, nadie puede negar que el PP ha sido el primero en abrir la veda y, ya se sabe, el que da primero da dos veces. Más con unas perspectivas electorales que colocarían al partido que lidera Rajoy en un lugar histórico en la gestión de las administraciones locales y autonómicas.
Los populares son conscientes de que no pueden, ni deben, perder la oportunidad que se les presenta dentro cuatro meses.
Y los socialistas, también, pero con una diferencia. Se ven, y se sienten, perdedores.
Tan perdida ven la batalla que buscan el menor daño posible. Según parece, a espaldas de Zapatero, los “barones” socialistas se mueven para marcar distancias con el inquilino temporal de La Moncloa. Hace unos meses le tocó al Presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, cuestionar las políticas del jefe del Gobierno. Ahora ha sido el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el encargado de dejar el recado: “sería bueno» –ha dicho- que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijera antes de las elecciones de mayo si será o no candidato a la reelección para no convertir los comicios «en un plebiscito Zapatero sí o no”.
El “run run” en el interior del PSOE es tan grande que Zapatero no puede estar por más tiempo haciendo oídos sordos y ocultando su decisión, porque podría darse la circunstancia de que aquellos que le regalaron la Secretaria General del partido estén ahora en la labor de quitársela.
En lo que todos parecen estar de acuerdo, populares y socialistas, es que Zapatero está de sobra.
Todos le han enviado mensajes por activa y por pasiva, pero solo falta que él se dé por enterado. Y mejor más pronto que tarde.
Editorial Estrella