¡Que venga la policía militar! Es la hora de la integración racial en el movimiento de protesta fiscal.
Los líderes del movimiento fiscal Dick Armey y Matt Kibbe, de FreedomWorks, compartiendo café con la prensa esta semana, discutían el éxito del movimiento cuando uno de los participantes preguntó por la concentración en Washington del 12 de septiembre, otro acto más del movimiento distinguido por un mar de rostros pálidos.
«Me alegra que me haga esa pregunta», respondía Kibbe, «porque tenemos un proyecto que vamos a lanzar esta semana llamado DiverseTea». Dijo que DiverseTea iba a hacer hincapié en «los afroamericanos, los judíos, los hispanos y el resto de integrantes que se han incorporado a este movimiento, porque hay esta molesta percepción de que no somos diversos».
¿DiverseTea? Suena a potingue políticamente correcto a la cola de Tazo Tea y Honest Tea (que fabrica el favorito del Presidente Obama, Black Forest Berry). ¿Va a empezar a fabricar el movimiento fiscal, a través de su filial DiverseTea, variantes hibisco hispano y jazmín judío? Las parejas homosexuales del movimiento pueden tomarse un Earl Gay.
Lamentablemente, no es té de diálogo al oolong lo que Kibbe tiene en mente (y además, ya hay una bebida llamada Diversitea, recomendada a los buceadores que «esperan que salga el gas»). En lugar de eso, a las visitas de DiverseTea.com le es planteado un interrogante: «Are you a Diverse Tea Partier?» Si usted es «diverso» (presumo que esto significa no blanco), «puede usted aparecer en DiverseTea».
Pero en la tarde del martes, la lista de «Activistas Fiscales Diversos» de la página había alcanzado el gran total de… cinco. Y uno de ellos era Tito Muñoz, figura omnipresente de los actos Republicanos bautizado «Tito el Constructor» por la campaña McCain.
DiverseTea, evidentemente, va a tardar en despegar. Aún así, el lanzamiento de DiverseTea constituye la admisión de que los líderes del movimiento son sensibles a la impresión de que se trata en gran medida de una coalición de caballeros protestantes blancos indignados. El té blanco puede estar lleno de antioxidantes, pero es una bebida demasiado insípida para mantener el movimiento.
A corto plazo, la composición del movimiento no importa gran cosa. La tónica del electorado es tan airada ahora mismo que los candidatos con el respaldo del movimiento tienen muchas posibilidades de ganar — no a causa de su ideología, sino porque hay un gran desencanto, hasta entre los Demócratas, con la economía y la gestión de ella por parte de Obama.
Pero la tendencia demográfica a largo plazo es nefasta para el movimiento (y su anfitrión Republicano) sin el apoyo mixto. Y no van a lograr gran cosa con las tácticas de los 18 últimos meses: un líder del movimiento aludiendo de forma satírica a los afroamericanos como «negruzco», la mofa de los legisladores negros con epítetos raciales, los retratos racistas de Obama, el anuncio de Newt Gingrich de que Obama tiene una forma «keniata anticolonial» de ver el mundo.
Cuando salió el tema el lunes, Kibbe trató de desviar el tema diciendo a la audiencia, convocada por el Christian Science Monitor, que «esta estancia tampoco parece tan diversa». Armey gruñía: «Estoy bastante cansado de la cháchara de la diversidad de los progres».
Armey afirmaba que «a nivel intelectual, hay mayor diversidad» en el movimiento que en los partidos Republicano o Demócrata. Probablemente sea cierto: los candidatos del movimiento este año han manifestado oposición a la masturbación, apoyo a la ley seca, y miedo a que las infraestructuras públicas para bicicletas puedan conducir al gobierno mundial.
Armey, ex secretario Republicano de la mayoría en la Cámara, probablemente no endulzara el atractivo de DiverseTea cuando culpó a las comunidades afroamericana y latina de «adoptar represalias» contra aquellos de su raza que se unen al movimiento fiscal. «Las dificultades, la humillación, la intolerancia, los abusos que sufren de… su propia comunidad, sus propios parientes, su propia familia».
Alternativamente, podría tener que ver con el hecho de que «el gobierno intervencionista» que condenan los activistas fiscales es lo que protege los derechos de las minorías en lugares como Arizona. También está el temor a que la temática de administración limitada del movimiento se extienda a las cuestiones sociales. Armey, por ejemplo, prometía «un combate» en torno al aborto si los Republicanos alcanzan la mayoría en el Congreso.
La sesión de preguntas de DiverseTea siguió a Armey y Kibbe a un almuerzo ofrecido la tarde del martes en el libertario Cato Institute. Durante el turno de ruegos y preguntas, un caballero de ascendencia paquistaní se quejó de las posturas «xenófobas» hacia los musulmanes por parte de los activistas. «Es el grupo más abierto de personas que conozco», respondió Armey.
Unos minutos más tarde, una mujer preguntó cómo podía atraer el movimiento a las etnias diferentes si sus líderes hacen cosas como acusar a Obama de ser musulmán. Después de que Kibbe se afanara en el micrófono en defensa de DiverseTea, Armey llamó al movimiento «el mayor movimiento de liberación en defensa de los conservadores de color que he visto nunca». Como resultado, «Veo a conservadores negros de América a salir del armario», decía. «Es algo maravillosamente refrescante».
¿Maravillosamente refrescante? Vamos a llamarlo fruta negra de la pasión.
Dana Milbank