viernes, abril 26, 2024
- Publicidad -

Selecciones regionales, historia del pasado siglo

No te pierdas...

La celebración de varios partidos de selecciones regionales puede entenderse como café para todos. También como contestación a las aspiraciones de Cataluña y Euskadi. Los partidos de selecciones puede que a la mayoría le resulten producto de circunstancias políticas actuales y ello sería erróneo.

Los partidos entre equipos regionales son de la primera mitad del pasado siglo. Tengo para mí que si afirmo que en la selección denominada Centro jugaba un tal Santiago Bernabéu, hombre poco amante de cualquier tipo de regionalismo, habrá quien pensará que lo de hoy tiene antecedentes que en nada se asemejan a la política actual.

Siempre, quienes han tenido mayor predisposición a creer en que equipo como nacional han sido vascos y catalanes y ello es innegable. En el parlamento de la República el diputado conservador, Fuentes Pila, puso pies en pared cuando en la Olimpiada Popular de Barcelona del 36, la que no comenzó por el golpe de Estado de los generales, se anunció que había equipos con los nombres de Catalunya y Euskadi.

Las peticiones actuales de ambas nacionalidades no tienen, al menos de momento, posibilidades de existir y hasta sería aconsejable que no dispusieran de tal posibilidad dados los jugadores que en ambos casos pueden ser alineados.

La selección de Euskadi, creada por el lehendakari José Antonio Aguirre, que viajó por Europa y América, estuvo formaba por futbolistas, en su mayoría internacionales, y que podían representar a todo el Estado si era menester dada la categoría de los mismos.

Ha sorprendido que haya habido negativa a jugar con el nombre de Euskadi, selección que figura en el corazón de viejos aficionados. La formaron en plena Guerra Civil para decir al mundo que los vascos no eran gentes despreciables, ni comunistas. Los viajeros, quienes acabaron en el exilio, excepto Guillermo Gorostiza y Roberto Echevarría, mostraron con orgullo los colores de aquella selección. Y su nombre.

Conocí a un buen grupo de los supervivientes con quienes disfruté de horas entrañables en México y en Madrid. Si Luis Regueiro, capitán hasta el día de su muerte, viviera habría montado en cólera por lo sucedido. Ninguno de aquellos ciudadanos renunció al nombre de Euskadi y entre ellos había republicanos azañistas, peneuvistas y miembros de ANV.

Julián García Candau

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -