Un avión fletado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación tiene previsto llegar mañana a Bengasi, la principal ciudad controlada por los opositores a Muamar el Gadafi, para atender a los centenares de heridos en las revueltas de las últimas dos semanas.
Este avión se uniría al que despegó este jueves desde la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) para comenzar a evacuar a Egipto a los refugiados de la frontera entre Libia y Túnez, en respuesta al llamamiento de socorro de las organizaciones humanitarias.
Las dos aeronaves transportarán un cargamento total de 35 toneladas de material de primera necesidad, medicinas, mantas y tiendas de campaña.
La intención de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) es abrir un corredor humanitario en Bengasi, donde tiene su sede el Consejo Nacional Temporal de Transición, máximo órgano de los sublevados.
La intención de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) es abrir un corredor humanitario en Bengasi, donde tiene su sede el Consejo Nacional Temporal de Transición, máximo órgano de los sublevados.
Los enfrentamientos han cesado en esta ciudad, la principal del este de Libia, pero persisten en Ajdabiya y Briqa, a unos 200 kilómetros al oeste.
La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, confirmó este jueves en Torrejón el envío del avión a Bengasi, que está previsto que aterrice mañana.
España sigue el ejemplo de Francia, uno de los primeros países en enviar cargamentos de ayuda humanitaria a Bengasi para su uso en el hospital de la ciudad.
La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, confirmó este jueves en Torrejón el envío del avión a Bengasi, que está previsto que aterrice mañana.
España sigue el ejemplo de Francia, uno de los primeros países en enviar cargamentos de ayuda humanitaria a Bengasi para su uso en el hospital de la ciudad.
La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, aseguró que el cargamento español también se destinará a clínicas con falta de medicinas para enfermos crónicos y niños e instrumental sanitario y de ginecología.
Un equipo de la Aecid irá en este avión para evaluar la viabilidad de poner en marcha el corredor en colaboración con la Alta Comisaría de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y organizaciones como Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras. «La situación humanitaria nos preocupa extraordinariamente», reconoció Rodríguez en Valladolid.
España envió un primer avión a la frontera de Túnez con Libia el pasado viernes -con 30 toneladas de material-, al que ha seguido el enviado este jueves, cuya principal tarea será evacuar a El Cairo alrededor de 4.000 refugiados egipcios atrapados en el puesto limítrofe de Ras el Jedir.
El aparato alquilado por Exteriores, un MD-82 de la compañía rumana Jet Tran Air con 170 plazas, hará tres viajes diarios -el primero de ellos esta misma noche- durante una semana. El director general de la Aecid, Francisco Moza, ha viajado para coordinador el dispositivo.
La evacuación se hará desde la isla tunecina de Djerba, donde se encuentra el aeropuerto más próximo a la frontera occidental Libia.
Trinidad Jiménez ha dejado la puerta abierta a que el plazo inicial de una semana se amplíe más tiempo, en función de las necesidades y de lo que se acuerde con otros países europeos y las ONG. «Vamos a seguir enviando ayuda humanitaria porque en estos momentos Túnez no puede atender todas las necesidades», dijo la ministra a los periodistas. Acnur calcula que en Ras el Jedir hay unos 75.000 desplazados.
Ante la continuidad de los enfrentamientos entre los partidarios de Gadafi y los sublevados, el Gobierno español reiteró este jueves su rechazo a una misión militar que no cuente con el respaldo de Naciones Unidas.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, defendió que la ONU apruebe una resolución que avale una intervención de la OTAN que «de forma muy clara» tenga fines humanitarios.
Jiménez negó que haya una propuesta formal de operación militar, como la de crear una zona de exclusión aérea sobre Libia, como ha sugerido Estados Unidos.
La titular de Exteriores se reunió este jueves con los embajadores de los países árabes acreditados en Madrid, salvo el de Libia, para analizar las revueltas en el Magreb y en Oriente Próximo.
Los diplomáticos le trasladaron el rechazo de la comunidad árabe a que haya una intervención militar extranjera contra Gadafi, al considerar que el protagonismo del proceso de cambios en este país debe corresponder a los propios libios.