lunes, mayo 6, 2024
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Urbanismo, el punto negro de la gestión de Carmena

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Es el quebradero de cabeza de Manuela Carmena desde su llegada al Ayuntamiento de Madrid hace ya casi un año. La gestión en torno a las grandes operaciones urbanísticas ha estado desde el inicio de la legislatura cercada por la polémica. División y broncas entre los concejales de Ahora Madrid, enfado de la oposición, recelo de los promotores de los proyectos e incluso toques de atención por parte del Gobierno central. El área de Urbanismo, dirigida por José Manuel Calvo, es el punto negro de la gestión del Gobierno municipal. El plan para transformar varios edificios en la calle Raimundo Fernández Villaverde, la operación Mahou-Calderón, la alternativa a la Operación Chamartín y la remodelación del Edificio España son los cuatro macro-proyectos urbanísticos que han puesto en tela de juicio la capacidad de gestión del Ejecutivo de Carmena.

La brecha en el seno del equipo de Manuela Carmena se remonta al pasado mes de septiembre. El sector combativo de Ahora Madrid, compuesto por los concejales cercanos a Ganemos Madrid y a Izquierda Unida, se revelaron contra un plan presentado por Carmena en una votación a mano alzada en un pleno municipal. Los ediles Carlos Sánchez Mato, Rommy Arce, Mauricio Valiente, Yolanda Rodríguez, Montserrat Galcerán y Pablo Carmona votaron ‘no’ al derribo de un edificio en la calle Raimundo Fernández Villaverde para la construcción de nuevas viviendas. De hecho, Ganemos Madrid organiza desde hace meses jornadas de debate para analizar “desde distintos puntos de vista” las operaciones urbanísticas que afectan a la capital, aunque también para criticar algunas posturas del Ayuntamiento.

Bronca por la operación Mahou-Calderón

Lejos de acercar posturas, volvió la discordia por la gestión de la operación Mahou-Calderón. El proyecto provocó el estallido de otra bronca entre los concejales de Manuela Carmena. Ganemos Madrid, que cuenta con el apoyo de varios ediles de Ahora Madrid, se ha mostrado totalmente contrario al desarrollo del plan. Es más, la plataforma ciudadana apoyó el pasado mes de marzo a varias asociaciones vecinales que decidieron registrar en la sede del Ayuntamiento más de un millar de firmas de vecinos para reclamar a la alcaldesa que paralice el plan.

Fuentes del Consistorio madrileño creen que la gestión de José Manuel Calvo, responsable del área de Urbanismo, tendrá costes políticos. Por su parte, Calvo ha asegurado en varias ocasiones que el objetivo es revisar la operación heredada por el Gobierno municipal anterior para reiniciarla con “menos edificabilidad” y con un diseño “razonable” para que no se “conciba como mero proyecto especulativo”. El plan inicial contempla la demolición del estadio Vicente Calderón, el soterramiento de parte de la M-30 y la construcción de ocho torres de 15 a 36 plantas, que albergarán cerca de 2.000 viviendas de lujo.

Toque de atención por ‘Madrid Puerta Norte’

Sin embargo, en la presentación del proyecto alternativo a la Operación Chamartín, Carmena decidió mostrar una imagen de fortaleza y unión. Los concejales enfrentados políticamente presentaron junto a la alcaldesa el plan ‘Madrid Puerta Norte’. José Manuel Calvo, Mauricio Valiente y Guillermo Zapata acompañaron a Manuela Carmena en el acto de presentación. El PSOE también dio su visto bueno. De hecho, esta vez los problemas vinieron desde fuera del Palacio de Cibeles. Esta vez el toque de atención llegó desde el Gobierno central. El Ministerio de Fomento ha llamado al orden al Ejecutivo municipal y ha convocado el próximo viernes a todas las partes implicadas en el proyecto El departamento dirigido por Ana Pastor ha tomado las riendas de las negociaciones después de que los promotores del proyecto alegaran no haber recibido ningún tipo de directriz ni información por parte del consistorio madrileño.

Tensión con el Grupo Wanda

Amenazas, ultimátums y reproches. Así se podrían definir las negociaciones llevadas a cabo entre el Ayuntamiento de Madrid y el Grupo Wanda sobre la reforma del Edificio España. Finalmente han llegado a un acuerdo. El origen de las discrepancias entre las partes se encuentra en la fachada del emblemático edificio madrileño. La alcaldesa se niega a que las reformas que pretende emprender el grupo chino afecten a la fachada del inmueble puesto que está prohibido por la Comisión de Patrimonio. Wanda amenazó con abandonar el proyecto.

Sin embargo, hace apenas un mes, los inversores chinos confirmaban que llevarían a cabo el proyecto –convertir el edificio en apartamentos de lujo, un centro comercial y un hotel- puesto que se había alcanzado el acuerdo con el Ayuntamiento. Finalmente, se podrán modificar algunas partes de la fachada.

Redacción

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