sábado, abril 27, 2024
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Loquillo brilló con luz propia en Marbella

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El legendario Loquillo es un animal escénico, simple y llanamente, una estrella del rocanrol que brilla con luz propia; y así lo demostró de nuevo este sábado en el Marbella Arena (Málaga), donde llegó con la gira de presentación de su nuevo disco, “El último clásico”, abruptamente interrumpida por la pandemia.

Abrió el fuego con “Los buscadores”, primer tema del nuevo álbum que firma Gabriel Sopeña y que suena como un tiro, y prosiguió con “El hijo de nadie” y “Territorios libres”.

Arropado por una banda imbatible, con Josu García e Igor Paskual a la guitarra y Laurent Castagnet a la batería, el roquero del Clot barcelonés entremezcló nuevos temas con clásicos y otros postreros, como “Sol” y “Planeta rock”, de Sabino Méndez; o la visionaria “Salud y rock and roll», antídoto perfecto para tiempos sombríos como los actuales.

Saludó afectuosamente al público con un “gracias a todos por venir y estar con la resistencia”; y evocó al añorado Johnny Hallyday con “Cruzando el paraíso”, que grabó a dúo con él.

AQUÍ ES DONDE SE DEMUESTRA

Arrostró la country “Creo en mí”, de Mario Cobo -“Aquí es donde se demuestra”, espetó-, que precedió a “El rompeolas”, cuando se alcanzó el momento álgido de la noche con parte del público enhiesto, vibrando y cantando con el Loco.

Recordó que a lo largo de su vida ha intentado “mantener una postura y hoy la lucha es la de siempre, lo individual frente a lo colectivo”, sentenció justo antes de interpretar uno de los himnos de su primera época, “Rock suave”, que engarza con “El mundo necesita hombres objeto”, ambas del maestro Méndez.

Y otra más de su cosecha, “Carne para Linda”, en la que sus seguidores no pudieron contenerse y se pusieron en pie; a lo que Loquillo les correspondió bajándose del escenario.

“El último clásico”, tema que da título a su nuevo trabajo y que contiene toda una de declaración de principios: “Cuando tengas miedo, no busques nada nuevo, yo soy el último clásico”; precedió a su exitosa versión del tema de Alaska y Dinarama “Rey del glam», banda sonora de un conocido anuncio televisivo.

RITMO E INTENSIDAD

El ritmo y la intensidad no decayeron ni un momento y llegó “Rock and roll actitud” y Loquillo dejó claro que está en continua renovación y como muestra ofreció una versión remozada de una de sus piezas bandera, “La mafia del baile”.

Luego enlazó con “La vampiresa del Raval», de las nuevas; y otro himno, “Chanel, cocaína y Don Perignon» y comenta entre risas que desde joven fue “un hedonista revolucionario”.

Ya en la recta final recuperó uno de sus éxitos, “La mataré”, para el que Sabino Méndez se inspiró en la rumba catalana y con el telón de fondo de la violencia de género, momento en el que recordó con pesar que el tema era del año 87,si bien “hoy la situación está peor”.

El ÉXTASIS DE UN PÚBLICO ENTREGADO

Dijo adiós con “El ritmo del garaje”, que provocó el éxtasis de un público completamente entregado.

Ya en los bises, volvió con un mensaje de recuerdo para el bajista granadino Alfonso Alcalá, a quien “el covid lo tiene apartado”, indicó; y para Pablo Rodes que, desde Uruguay, “está resolviendo la papeleta”.

Antes de terminar presentó al resto de la banda, de la que forma parte Gabri Casanova (teclado) y Pablo Pérez (guitarra), que se suman a los ya citados; y la despedida definitiva llegó con un apoteósico trío de ases donde interpretó “El hombre de negro”, “Feo, fuerte y formal” y “Cadillac solitario”.-

Estrella Digital

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