Un día más, el caso de Diana Quer se convierte en el centro mediático de muchos medios. En los últimos días, se ha estado pendiente de los nuevos datos que podría aportar el móvil y la tarjeta SIM de la joven que se encontró en el viaducto de la Autovía do Barbanza. A falta de estas nuevas informaciones, el Diario de Arousa ha publicado este viernes que un hombre que acosó a una joven en los jardines de Valle-Inclán horas antes de la desaparición de Diana formaría parte de la lista de posibles sospechosos.
La Guardia Civil ha centrado el foco de atención en dos sospechosos, aunque han asegurado que uno de ellos, el que le habría gritado a Diana «Morena, ven aquí», está colaborando con la investigación. Éste y otro sospechoso más, formaría parte de un lista considerablemente extensa de la que forman parte vecinos del Barbanza, hombres violentos relacionados con el mundo de las drogas y con antecedentes por violencia doméstica, según informa La Voz de Galicia. Fuentes de la investigación han asegurado al diario gallego que algunos de los teléfonos que tienen pinchados a personas relacionadas con el narcotráfico han revelado una posible relación con la joven madrileña y su desaparición.
Además, vecinos de O Chazo han declarado a algunos medios de comunicación que la Guardia Civil ha estado investigando y realizando fotografías de un pozo que se encuentra en esa zona. Sin embargo, la madre de la desaparecida no cree que su hija estuviese en esta zona tal y como explicó su abogado, Víctor Bernardo, el cual advirtió que «no van a confirmar ni a desmentir» cualquier información «que no provenga de fuentes oficiales». También añadió que estas informaciones son «simples especulaciones» que no aportan «nada bueno, sino que entorpecen la investigación».
A este búsqueda en este pozo, la policía también se encuentra rastreando algunas fábricas abandonadas de la zona. Recientemente, han reconocido varias empresas madereras que llevan inactivas varios años y, en los últimos días, han puesto el punto de mira en una fábrica en Boiro y en una parroquia de Exipto. El objetivo de estos rastreos es encontrar pistas o cualquier detalle que pueda relacionarse con la desaparición de la joven madrileña que permita reconstruir con exactitud los pasos que ha dado Diana desde el 22 de agosto.
El pasado viernes, se desató otra polémica cuando se dio a conocer que la madre de la desaparecida podía haber estado relacionada con una vivienda que se encuentra a pocos metros del muelle de Taragoña, donde algunos testigos aseguran haberla visto la madrugada que desapareció. Sin embargo, la propietaria de la vivienda asegura que Diana López Pinel no tiene acceso a la casa.
El móvil de Diana, crucial para la investigación
El hallazgo del teléfono móvil de Diana en el viaducto de la Autovía do Barbanza puede suponer un «gran avance» para la investigación, tal y como declaró Juan Carlos Quer, padre de la joven. Aún no se han desvelado datos en relación con éste ni lo que los investigadores han podido encontrar en él. Sin embargo, sí que aseguran que el teléfono móvil indica que la joven madrileña sí pasó por casa la noche del 22 de agosto y que volvió a salir voluntariamente de su casa.
Actualmente, la investigación se centra en acceder a la memoria del GPS del móvil para saber qué recorrido siguió Diana desde la noche que desapareció el 22 de agosto hasta que el móvil diera señal hace unas semanas en Taragoña. Además, los vecinos de esta zona aseguraron haber visto a la joven bajándose de un coche de manera voluntaria.
Andrea Morea