La renovación en la presidencia del Partido Popular quizás no sea una cuestión inminente, pero sí es un reclamo generalizado en el seno de la formación. Hoy, más silenciado que nunca, primero por la nueva convocatoria electoral, pero también por la ofensiva atroz que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha desplegado contra Mariano Rajoy y su equipo. Pero eso no quiere decir que después del 26J y de que se forme el nuevo gobierno central no vuelva a ser la cuestión estrella en el PP. Los conservadores están preocupados por su futuro y por la fuga de votos experimentada en los últimos cinco años.
Conclusión: el PP busca a su nuevo Aznar. No por nostalgia, sino por la “necesidad imperiosa” de volver a unificar a toda la derecha española. “La opción de centro-derecha tiene que volver a ser la de Aznar”, explican fuentes ‘populares’ a Estrella Digital, que aclaran que su planteamiento nada tiene que ver con volver a recurrir a la figura del expresidente del Gobierno para “salvarles”, sino seguir la estrategia que el presidente de FAES impuso en el Congreso de Sevilla de 1990.
En aquel histórico cónclave, Aznar por fin pudo imponer su proyecto en el partido. Unificó el centro-derecha, integró los restos de UCD y logró conectar con el electorado centrista. Con él consiguió poner fin al tercer mandato de Felipe González en marzo de 1993. Y una mayoría absoluta en el año 2000. Desde entonces, la derecha se mantuvo unida hasta esta última legislatura. Nadie hacía sombra al PP. Su electorado era fiel. No había alternativa.
Pero en estos últimos cinco años de crisis económica, el panorama político ha dado un giro de 360 grados. El bipartidismo ha entrado en coma. Hoy ya hay cuatro alternativas de Gobierno. Y en el centro-derecha ya no sólo está el PP. Han surgido dos formaciones más. Una por la derecha del PP (Vox) y otra por la izquierda (Ciudadanos). “Quien quiera liderar la etapa post-Rajoy en el PP deberá de ser capaz de volver a unificar el centro-derecha. Este será su reto si quiere presidir el nuevo Partido Popular”, advierten fuentes ‘populares’.
Desde la derecha más conservadora hasta el centro. En concreto, hasta la frontera divisoria que le separa del Partido Socialista. Hay un sector ‘popular’ que cree que si éste no es el principal reto del próximo líder conservador, el PP corre el riesgo de caer en una crisis identitaria similar a la que el PSOE está sufriendo actualmente. Vox no ha sido un problema muy grave. Pero sí es cierto que el PP “necesita” volver a atraer a la derecha más conservadora, ofendida por algunas decisiones tomadas por el Ejecutivo en relación al aborto, la doctrina Parot o el tratamiento a algunos etarras encarcelados.
El caso de Ciudadanos es más complicado. Hay ‘populares’ que creen que su éxito “es efímero” y que el espectro ideológico que les ha usurpado es fruto del “oportunismo”. “Las rebajas de agosto”, insisten fuentes ‘populares’. Pero lo cierto es que el pasado 20D obtuvo 40 escaños. Y el 26J esperan resultados similares.
Candidatos «idóneos»
Por ello, un importante sector del PP ya teoriza con la sucesión de Rajoy. Un procedimiento que con toda probabilidad se acelerará si el líder 'popular', aunque gane las elecciones, no consigue formar Gobierno. Si la oposición lo desaloja de La Moncloa, fuentes ‘populares’ dan por seguro que habrá renovación, y que “en absoluto” el procedimiento será similar al que él le coronó: el dedo divino de Aznar. “Eso ya no podrá ser así”, advierten desde el PP, donde ahora sólo hay tres nombres que “cumplan con las condiciones idóneas” para liderar la nueva etapa: Alberto Núñez Feijóo, Cristina Cifuentes y Pablo Casado. “Estos son los únicos que actualmente podrían unificar el PP”.
Las fuentes consultadas dejan fuera de esa quiniela tanto a Ana Pastor, “por mucho que se empeñe una parte del sector más oficialista”, como a Soraya Sáenz de Santamaría. “La vicepresidenta podía haber sido una opción si no fuera porque la derecha conservadora está en su contra”, rematan las mismas fuentes. “Y hoy es necesario unir de nuevo a todo el centro-derecha. No podemos dejar a nadie fuera”.
La derecha más conservadora “no ha perdonado” a Santamaría la oposición que hizo a Eduardo Zaplana y Ángel Acebes entre 2004 y 2008. “Hay una importante parte del PP que no se siente identificado con ella”, insisten las mismas fuentes, que recuerdan su “mayor cercanía” a Celia Villalobos y al sociólogo de referencia de Rajoy, Pedro Arriola, en aquellos años convulsos en el PP.
Ahora bien, todo esto dependerá de los resultados que arrojen las urnas el 26J. Si Rajoy gana y vuelve a ser presidente del Gobierno, es probable que el relevo se demore un tiempo. El Congreso Nacional está previsto para después del verano, pero eso también dependerá del proceso de negociación para formar gobierno. Por el momento no parece probable que el actual líder del PP dé un paso atrás y menos aún si Albert Rivera se lo exige.
Eso no quiere decir que la renovación de la presidencia no preocupe en el PP. Preocupa mucho. El próximo lunes, Aznar inaugurará el curso de FAES ‘Presente y futuro del debate ideológico’, en el que por primera vez no estarán presentes ni Rajoy ni ningún miembro de la cúpula nacional del PP. Veremos entonces su análisis de situación, y si coincide con el que haga el Comité Ejecutivo que se reunirá el mismo día en Génova para analizar los resultados.
Elsa S. Vejo