Dichas secuelas se deben al sufrimiento fetal en el nacimiento, que tuvo lugar en julio del 2004 en la clínica Maternidad de Barcelona, dependiente del Hospital Clínico de Barcelona, según el fallo que este miércoles adelanta El Periódico de Catalunya.
La madre de la niña acudió a su control en el centro sanitario dos semanas antes del parto y se le detectó una hipertensión que apuntaba a una posible preeclampsia, por lo que fue derivada a urgencias, donde los médicos esperaron a que le bajara la presión y la mandaron a casa.
Dos días después, la mujer acudió de nuevo a urgencias de la Maternidad, donde ingresó por un desprendimiento prematuro de la placenta a la espera de que se le practicara una cesárea de urgencia.
La niña sufrió una parada cardiorrespiratoria
Dicha intervención, no obstante, se llevó a cabo casi dos horas después del ingreso hospitalario de la paciente, por lo que la niña padeció sufrimiento fetal agudo y una parada cardiorrespiratoria de la que tuvo que ser reanimada posteriormente.
Para el juez, la cesárea se debería haber practicado «nada más producirse el ingreso, a la vista de la tensión arterial y el dolor epigástrico referido, o nada más producirse la monitorización y comprobar que ésta, como poco, era sospechosa por no estar dentro de la normalidad (…)»
En lugar de ello, y a pesar de que no había respuesta del feto a los estímulos, la cesárea no se practicó sino dos horas más tarde del ingreso, reprocha la sentencia.
El juez lamenta también que cuando la paciente ingresó en urgencias no se le practicara una ecografía o una prueba ‘doppler’, especialmente cuando existían indicios de falta de bienestar fetal, ya que ello podría haber facilitado un diagnóstico más temprano.
La complicación en el parto, según el fallo, podría haberse conocido «de haberse acudido de inmediato a medios de diagnóstico que contribuyen a su detección, como la ecografía o el ‘doppler'».
Por este motivo, la sentencia concluye que la falta de diagnóstico previo a la cesárea y el retraso en la intervención «fueron causa de las reales y comprobadas secuelas presentadas por la menor».