En España, los restaurantes ya disfrutan de un IVA reducido (del 7%, frente al tipo estándar del 16%), igual que las peluquerías y los servicios de albañilería y construcción (estos últimos llevan, en algunos casos, sólo el 4%).
El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, dejó claro que la decisión adoptada ayer en Bruselas no conlleva ningún cambio en el sistema vigente en España.
«A priori no pensamos modificar nada relacionado con el IVA, a no ser que por razones de política económica fuera necesario», recalcó.
El titular de Economía y Hacienda también rechazó tajantemente cualquier posibilidad de aumentar el IVA, como ha propuesto la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), para evitar que el déficit público siga aumentando.
«Mi posición es muy clara: no considero que sea un buen momento para la subida del IVA», señaló el vicepresidente, que advirtió del impacto que esta medida tendría de detracción del consumo y sobre los precios, y en consecuencia también sobre los salarios.
Respecto al Impuesto sobre Sociedades -que Funcas sugiere rebajar-, Solbes tampoco se mostró favorable a modificarlo.
Destacó, en primer lugar, que el tipo real de este tributo es bastante más bajo que el tipo nominal y también hizo hincapié en la fuerte caída de los ingresos por este impuesto derivada de la bajada de la actividad, a lo que se ha sumado la generosa política de moratorias adoptada por el Gobierno.
Dijo entender la petición de rebaja desde el punto de vista de las empresas, pero alertó del efecto que tendría una iniciativa así en las arcas públicas, especialmente en el único Impuesto cuya recaudación corresponde íntegramente al Estado.
La decisión de Bruselas
El Ecofin (Consejo de Ministros de Finanzas de la UE) llegó ayer a un acuerdo para permitir a todos los Estados miembros aplicar un IVA reducido a una lista de servicios, entre los que destacan los restaurantes y los cuidados a domicilio a niños, enfermos y ancianos.
De esta manera, los países que lo deseen podrán incentivar fiscalmente servicios intensivos en creación de empleo, como son los restaurantes, la construcción y reparación de viviendas, la peluquería, la atención domiciliaria, la reparación de bicicletas, calzado y vestido, y la limpieza de cristales y viviendas.
Francia podrá, como reclamaba desde hace tiempo, aplicar un tipo más bajo a los restaurantes, y España, que ya tenía esa potestad para los restaurantes, las peluquerías, la construcción y la albañilería, podrá extenderlo a los otros servicios citados.
El acuerdo de ayer dará a todos los Estados miembros la opción de someter a una tributación más baja a los mismos servicios, en los que no hay competencia transfronteriza y que requieren mucha mano de obra.
Los ministros también acordaron extender a los audiolibros y los libros digitales la posibilidad de beneficiarse de un IVA reducido, algo que ya se permite para los libros tradicionales.
Portugal ha logrado, por su parte, vía libre para reducir el gravamen a los peajes en los puentes sobre el Tajo en el área de Lisboa y Chipre podrá hacer lo propio con las bombonas de butano.
Con este acuerdo, se pone fin a una batalla que ha durado más de cinco años, en cuyo origen está la solicitud francesa para imponer a los restaurantes un IVA más bajo.
La cuestión ha permanecido bloqueada dado que, como todas las decisiones sobre fiscalidad, requería la unanimidad de los Veintisiete y un grupo de países liderado por Alemania se oponía frontalmente a autorizar nuevas exenciones en un impuesto teóricamente común.
Para lograr convencer a esos países, la presidencia checa planteó un compromiso que reduce al mínimo la lista de servicios susceptibles de llevar un IVA más bajo y se descartó aumentar el catálogo de productos.
Además, el texto alude a las dudas sobre la utilidad de imponer un tipo reducido a los servicios y bienes «verdes», aunque la redacción fue ayer matizada considerablemente.
Así, en vez de pronunciarse en contra de esta posibilidad, se limita a señalar que bajar el IVA con objetivos medioambientales sólo resulta eficaz «en cierta medida».
El comisario europeo de Fiscalidad, Laszlo Kovacs, destacó que el acuerdo pone fin «a una situación muy injusta», ya que 11 de los 27 países de la UE tenían IVA reducido en el sector de la hostelería mientras que otros «no habían tenido esa oportunidad».