Desde comienzos de 2022, la economía mundial está inmersa en una etapa de crecimiento de la inflación que ha llevado a las autoridades bancarias internacionales a tomar medidas para intentar controlarla. La medida más importante ha sido una progresiva subida de los tipos de interés, algo a lo que en Japón se habían resistido hasta ahora.
El Banco Central de Japón (BoJ) ha anunciado esta semana la subida de los tipos de interés de referencia a corto plazo hasta el 0,1%. Esta es la primera vez en 17 años que la entidad toma una medida de este tipo.
Junto a esta medida, el BoJ ha puesto fin a la política de control de los rendimientos de bonos estatales a 10 años, y ha interrumpido las compras de fondos cotizados y de fondos de inversión inmobiliarios.
Casi dos décadas con los tipos de interés en negativo
Hasta hace unos días, el Banco Central de Japón mantenía los tipos de interés en -0.1%. Una medida que ha estado en vigor desde el año 2016. En ese momento, la entidad nipona tomó la decisión de rebajar los tipos de interés de referencia corto plazo para promover los créditos e impulsar la economía.
Japón es una de las grandes economías mundiales, pero lleva décadas inmersa en un estancamiento. En primer lugar, vive un estancamiento económico que se ha caracterizado por los bajos niveles de crecimiento económico y una inflación que se ha mantenido baja de forma persistente.
Por otro lado, el envejecimiento de la población y la tasa de natalidad decreciente han dado lugar a una caída en la demanda interna, que poco a poco se ha ido estancando.
Con la bajada de tipos de interés en 2016, se pretendía estimular la actividad económica. De modo que el acceso a la financiación fuera más barato tanto para las empresas como para los consumidores. Además, unos tipos de interés bajos hacen que el yen se mantenga débil con respecto a otras divisas, mejorando la competencia de los productos japoneses en los mercados internacionales.
Japón se rinde a la inflación
Tras unos años de estancamiento, la inflación japonesa ha crecido hasta el 3,3%. Pero las autoridades se negaban a considerar este fenómeno como algo estructural.
Considerando que el Índice de Precios al Consumo (IPC) se mantiene por encima del 2% desde hace meses, el Banco Central de Japón ha dado un giro en su política y ahora sí considera que se trata de un problema estructural. Razón que le ha llevado a tomar la decisión de subir los tipos de interés.
Los tipos de interés se mantendrán en un 0,1% hasta que la inflación se haya estabilizado en un 2%. Además de los precios, también van a subir los salarios, con una media del 5%.
El BoJ sigue la estela de otras entidades
Con esta última decisión, el Banco Central de Japón se une a la dinámica que tanto la Reserva Federal de Estados Unidos como el Banco Central Europeo (BCE) vienen aplicando desde mediados de 2022.
Ambas entidades han estado inmersas en una política de subida gradual de los tipos de interés para intentar bajar la inflación. En Estados Unidos se mantienen en torno al 5,25%, mientras que en la Unión Europea están en un 4,50%.
La medida ha dado resultados y, en los últimos meses, se aprecia una tendencia hacia la moderación en la inflación. Sin embargo, la inflación subyacente todavía está lejos de posicionarse y mantenerse en torno al 2%, que es lo que se está buscando.
Aunque los mercados están a la espera de que tanto la Reserva Federal como el BCE anuncien que comienzan la bajada de los tipos de interés, ambos organismos han manifestado que no hay prisa para hacerlo. Destacando que esta medida debe estar en vigor todavía unos meses más para ser realmente efectiva.
Los expertos creen que las primeras bajadas de tipos de interés, que serán tan paulatinas como las subidas, podrían llegar a partir del segundo semestre, con el comienzo del verano.
En el caso de Japón, el BoJ también ha manifestado que la medida se prolongará un tiempo, porque su objetivo es el mismo que el de otras autoridades bancarias, llevar la inflación al 2% y conseguir que se mantenga en ese nivel.