jueves, abril 25, 2024
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Los alimentos con el IVA rebajado son ahora más caros que en enero

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La imparable subida del precio de los productos, especialmente de los alimentos que componen la cesta básica de la compra, se ha convertido en todo un reto para los consumidores y para los gobiernos. Aunque se han adoptado diferentes medidas, ninguna de ellas parece llegar a ser del todo efectiva.

Desde el 1 de enero de 2023, está en vigor una rebaja del IVA de los alimentos básicos. El Impuesto sobre el Valor Añadido de pastas y aceites pasó de un 10% a un 5%, y se eliminó el impuesto para las legumbres, el pan, las harinas panificables, las verduras, las hortalizas, la leche, el queso, la fruta, los huevos, las patatas y los cereales.

Solo dos meses después de la entrada en vigor de la medida, un estudio de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) ha puesto de relieve que muchos de los alimentos que redujeron su precio por efecto de la bajada del IVA ahora cuestan más que a comienzos de año.

En este tiempo, las patatas se han convertido en el alimento que más ha incrementado su precio, con un alza del 22%. El arroz, otro de los productos básicos dentro de la dieta mediterránea, cuesta ahora un 6,22% más que a comienzos de año. 

No obstante, también hay productos cuyo precio ha bajado. La rebaja más significativa la han experimentado los huevos, cuyo precio se ha reducido un 7,25%. También se aprecian rebajas notables en el aceite de girasol (un 6,75%) y en los plátanos (un 5,93%).

La difícil labor de la CNMC

Cuando la rebaja del IVA entró en vigor, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) quedó encargada de asegurarse de que los supermercados no aprovechaban esta medida para incrementar el precio de los productos, pero desde Asufin confirman que es muy complicado que esta entidad puedan vigilar con efectividad los márgenes de los establecimientos comerciales.

Desde la Asociación de Usuarios Financieros también destacan que las medidas sin gradación, que benefician por igual tanto al que más compra como al que menos, no son del todo efectivas. Los expertos abogan por establecer medidas que puedan ayudar de verdad a aquellas personas que tienen más problemas para hacer la compra.

La crisis de la energía que acabó siendo la crisis de los alimentos

Con la invasión de Ucrania por parte de Rusia a principios del año pasado, se inició una crisis de la energía que desembocó en una gran subida de los precios de la luz y el gas, que llegaron a alcanzar cifras históricas. Un año después, medidas como el tope del gas, la caída internacional de precios del gas, y el aumento en la generación de energías renovables, han conseguido que electricidad y gas fueran un 17% más baratas en febrero de 2023 que en febrero de 2022.

Sin embargo, la crisis energética desembocó en un incremento de los costes de producción que provocó una notable subida del precio de los alimentos. Un año después, este fenómeno está lejos de ser controlado. De hecho, los consumidores pagaron en febrero de 2023 un 16,6% más por su cesta de la compra que en febrero de 2022.

Algunos expertos empiezan a hablar ya de “excusaflación”, señalando que muchas empresas están aprovechando la coyuntura actual para inflar los precios no por los costes, sino para aumentar su margen de beneficio. En Estados Unidos, muchas de las empresas que han anunciado que tuvieron importantes aumentos de beneficios en 2022, son aquellas que más han subido los precios.

A nivel global, los especialistas en economía creen que, aunque mejore la inflación, los consumidores todavía tardarán algún tiempo en notar que hacer la compra es algo más barato.

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