Tras el último ‘Clásico’, tanto los fans como los detractores de Casillas han llegado a la conclusión de que la situación en la portería del Madrid es irreversible. Su presencia en el equipo genera un debate interno que lleva a la autodestrucción y esa división entre los aficionados termina afectando el rendimiento de todo aquel que se ponga bajo palos.
Si juega Casillas la presión es altísima, pero si lo hace su sustituto lo es todavía más. Por eso, Florentino Pérez ha llegado a la conclusión de que lo mejor es que el portero se marche. El presidente era partidario de tomar la decisión a final de temporada, si el rendimiento de Iker no era el satisfactorio. No estaba dispuesto a tomar una decisión a contracorriente si el meta se volvía a convertir en un ‘santo’ en los partidos claves, pero se ha dado cuenta de que pase lo que pase, de cara al futuro, lo mejor es cortar por lo sano.
Da igual quién sea el sustituto. El preferido es De Gea, pero Mendes y el presidente blanco saben que desde Manchester no se lo pondrán fácil. Cech también está en la recámara, mientras que Keylor Navas es perfectamente prescindible. Sin embargo, la gestión de la salida de un capitán que lleva tanto tiempo en el club se hace traumática por obligación.
Un negocio perfecto: finiquito y sueldazo
El Madrid intenta gestionar su marcha con elegancia y ya trabaja en el acuerdo de su finiquito, según El Confidencial. De hecho, el representante de Iker, Carlos Cutropía, ya había acordado estos términos el año pasado antes del Mundial por lo que pudiese pasar, pero finalmente Casillas se vio con fuerzas para continuar. El año pasado se pactaron 31 millones de euros y ahora se habla de 22,5, por lo que le falta por cobrar de este año y otros dos más. Además, el agente de Iker ha incluido un importe de 3,5 millones “por conceptos personales”, que ha pillado por sorpresa a la directiva blanca, pero que Florentino abonará por no ‘afear’ la operación en la que todos se juegan mucho.
Por eso, Casillas tendría en el verano de 2015 la misma situación que Raúl en el 2010. Podría escoger su club libremente, cuando ya contará con 34 años a sus espaldas. El portero había expresado su idea de jugar en ligas menos competitivas que las europeas (Estados Unidos o Catar) en varias ocasiones, pero su experiencia como padre le ha hecho cambiar de idea.
Además, Sara Carbonero también le está convenciendo para que piense que la mejor opción es la del PSG, donde tendría que competir por el puesto con Sirigu y le pagarían lo que cobra en Madrid durante tres años más (Acabaría su compromiso con 37 años, una edad elevada incluso para un guardameta). Según La Voz Libre, la periodista no quiere vivir en Estados Unidos porque alejaría demasiado a su hijo Martín del resto de su familia. Piensa que París es el lugar idóneo para aumentar la familia y está dispuesta a abandonar su trabajo en Telecinco. El cancerbero también tendría una oferta del Arsenal, pero Londres no seduce tanto a la pareja.
Asimismo, la periodista espera centrar sus horas de trabajo en la empresa que acaba de fundar junto a su compañera Isabel Jiménez. Además, su fama internacional le permitiría colaborar con medios de todo el mundo sin moverse de Brasil y retomar su dedicación exclusiva a una cadena cuando su pareja cuelgue los guantes. Por otro lado, La Vanguardia asegura que Sara no está nada contenta con la entrevista de su exnovio Matías Prats. Piensa que los halagos son excesivos y que las dobles lecturas pueden hacerle daño. Lo mejor para ella hubiese sido que su actual amigo y antiguo compañero sentimental no hubiese dicho absolutamente nada sobre ella.