José Manuel Candón culminó este fin de semana el sueño por el que ha peleado intensamente durante los últimos meses y lo ha hecho de la mejor manera. El exteniente de Infantería de Marina acabó en la primera posición de su categoria, junto a su guía y amigo inseparable Nico Arellanos en el Campeonato de Europa de Triatlon Cross XTERRA. De esta forma, este hombre, que luce el logo de Estrella Digital en su maillot, encuentra el premio a muchísimas horas de entrenamiento.
Sin embargo, el sacrificio de esta paratriatleta va mucho más allá, puesto que económicamente estas prueba le ha supuesto muchísimo esfuerzo. Candón encontró la ayuda de algunas empresas, como Bahíamóvil, concesionario oficial Volkswagen en Cádiz; que le proporcionó un vehículo adecuado para llegar a Zittau, la ciudad donde se disputó la prueba. También le respaldaron varios amigos, pero finalmente este padre de familia tuvo que poner dinero de su propio bolsillo para poder hacer lo que más le gusta.
En un principio, se conformaba con acabar la carrera porque el tramo en bicicleta contaba con muchos peligros para un tándem como el suyo, pero finalmente pudo rodar muy rápido. Este nuevo éxito engorda un poco más su gran palmarés, puesto que ya es campeón de Andalucía de Acuatlón, campeón de Andalucía de ciclismo, duatlón y triatlón; subcampeón de España y campeón de Andalucía de acuatlón; Premio Andalucía Excelente y Premio valores humanos 2015 por la APD de Andalucía. Su primer éxito internacional tiene un sabor especial, pero seguro que encuentra un nuevo reto para superarse a sí mismo, puesto que le sobran ganas de competir.
El teniente de Infantería José Manuel Candón sufrió un accidente en la Academia de Ingenieros del Ejército de Hoyo de Manzanares mientras practicaba la desactivación de explosivos, antes de incorporarse a la misión de la OTAN en Líbano en 2011. Allí murieron cinco de sus compañeros y él sufrió varias lesiones que le han obligado a pasar por 35 operaciones de cirugía estética. Además, perdió por completo la vista en un ojo y en el otro la tiene muy limitada. El Estado le denegó una indemnización por responsabilidad patrimonial y vive con menos de 1.500 euros al mes junto a su mujer y a sus dos hijos. No obstante, el deporte se convirtió para él en un modo de vida y visto lo visto no para de darle satisfacciones.
Felipe Poza