En abril de 2012, el entonces secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguraba que «el PP quiere controlar la televisión pública, para así convertirla en una televisión a su servicio». Ahora, cuatro años después, son algunos trabajadores de la propia RTVE los que creen que esa predicción no sólo se ha cumplido ya sino que la situación en la casa puede empeorar la próxima temporada televisiva si el PP logra formar gobierno.
Según UGT, el sindicato mayoritario ahora mismo en la Corporación, el Partido Popular prepara ya nuevos movimientos «para incrementar aún más el férreo control de la información que pretende en TVE, tanto en espacios puramente informativos como en los de entretenimiento».
Así lo han dejado entrever en un comunicado en el que subrayan que «el PP está dispuesto a estirar la cuerda de la manipulación en TVE cuanto haga falta para controlar cuanto se dice y hace en una televisión pública». Su temor es que esa formación no va a ser coherente con la nueva situación política y que no va a respetar el servicio público de RTVE en tanto no se dote de nuevos órganos de gobierno.
El secretario general de UGT en RTVE, Miguel Ángel Curieses, recuerda a este periódico que «desde UGT lo adelantamos, se avecinan movimientos que no tienen más fin que controlar aún más toda la programación de TVE, bunkerizar aún más la dirección informativa de nuestra radiotelevisión pública ante lo que pueda venir, incluidas unas posibles terceras elecciones».
Nuevos nombres
Entre esos cambios, unos ya avanzados y otros por confirmar, están los de Sergio Martín, hombre, según este sindicato, de «demostrada lealtad popular«, que va a pasar a dirigir Los Desayunos de TVE, y María Casado, que hasta ahora conducía ese espacio y que va a pasar a dirigir «o más bien controlar» La Mañana de TVE. Cambios que Curieses cree que suponen «una jugada que no pretende más que aumentar el control sobre lo que se dice y hace en TVE desde primera hora de la mañana y sin dejar espacio alguno a la libertad de información».
Faltaba por conocer el nombre del profesional que ocuparía el lugar del citado Sergio Martín en La Noche en 24 horas, aunque UGT ya adelantaba que «se avecina un nombramiento sonado» de un perfil «tan de derechas de derechas de derechas que Gundín o Jareño a su lado nos parecerán izquierdistas incontrolados». Ese no es otro que Víctor Arribas, periodista que ha ejercido como tertuliano en el espacio y que está muy ligado a Telemadrid, donde en 2004 se hizo cargo de sus informativos. Desde entonces condujo especiales de diferentes noches electorales y terminó por sustituir a Buruaga en Madrid opina.
Arribas sería de esta manera un nombre más de la larga lista de periodistas procedentes de Telemadrid que han llegado a TVE en los últimos tiempos, después de haberlo hecho el mismísimo presidente de la Corporación, José Antonio Sánchez; el exdirector de Informativos, Julio Somoano; el propio Ernesto Sánez de Buruaga, que presentó Así de claro; y José Gilgado, director de Informativos diarios de TVE.
El objetivo, según estos trabajadores de la casa, de todas estas llegadas es «ahondar en las políticas de reprimir, marginar y perseguir a los buenos profesionales de TVE, a los que sí son servidores públicos, para poner en su lugar a leales capataces que no tienen más criterio que la voz de su amo Popular».
Por ese motivo adelantan que van a estar «muy pendientes de este asunto, y por supuesto de los movimientos que pretendan hacer en los equipos de trabajo, aprovechando el cambio en la dirección de estos espacios. Porque por lo que se refiere al control y la manipulación en TVE, el Partido Popular no da ni una sola puntada sin hilo».
Mientras, UGT promete seguir muy pendiente de lo que ellos llaman «aventuras» de Jareño en Rio de Janeiro, y para ello va a exigir a la dirección de TVE por escrito toda la información sobre los directivos trasladados a Brasil y las condiciones en las que viajan y permanecen en la sede olímpica. Sobre todo tras las noticias publicadas de que algunos de ellos habían viajado a Brasil acompañados de familiares y por mucho que ya hubieran anunciado que lo habían hecho pagándose sus respectivos billetes de avión.
M. Arroyo