La sabiduría popular dice que ‘Si quieres vivir muchos años debes desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo’. Pues de eso trata lo que sigue.
Los expertos contabilizan 216 posibilidades reales (y nutritivas) para desayunar siendo las propuestas principales los bocadillos, los cereales y las frutas. Un bocadillo de pan integral con tomate y queso curado. Unos cereales con leche de soja. Unas peras. Esto puede ser un modelo a seguir.
Y sin embargo cuesta bastante comer al levantarse salvo que uno vaya a un hotel con buffet. El sueño, la pereza y la falta de tiempo porque ha primado quedarse en la cama un poquito más son su principal enemigo.
Hay que luchar contra la rutina y a los hábitos convencionales y para ello hay que argumentar. Los lácteos nos proporcionan proteínas y los azúcares necesarios para despierte el cerebro. Los cereales son la fuerza para que tengamos energía durante la mañana. Las frutas son los nutrientes que regulan nuestros organismos.
El desayuno es una comida más y para los fines de semana hay que apostar por el brunch anglosajón. Ese apócope que sale del breakfast más el lunch. Es eso que sería al mismo tiempo un desayuno mas la comida y en ello está incluido el almuerzo intermedio.
El desayuno tiene que ser el 25 % de la ingesta de calorías del total del día. Es decir que tiene que aportar alrededor de 500 calorías. Es la primera comida del día después de muchas horas sin hacerlo por ‘culpa’ de la noche y el sueño.
La comida será, debe ser, el 35 % de la ingesta, el 15 % para la merienda y el 25 % restante es para la cena. Y en este caso hay que recordar que si cenamos mucho dormiremos mal y a la mañana siguiente no tendremos hambre para desayunar.
Les doy algunos contenidos calóricos de alimentos para el desayuno. Un plátano tiene 80. Un bocadillo de jamón 320. Un perrito caliente 350. Un cruasán 250.Un bol de cereales tienen 160 gramos, mantequilla, 30 gramos, 120…
Y recuerdo que según las encuestas hechas por los servicios sociales en los colegios un 6% de los de los niños no desayuna. Además en la adolescencia hay una tendencia muy fuerte al abandonar los lácteos a favor de la bollería. Y los adultos que no desayunan son porque no adquirieron ese hábito cuando eran pequeños.
El desayuno que nos ofrecen en los supermercados son de aproximadamente 15 categorías de productos. Y constatemos que las cafeterías han reducido un 30 % el precio de los mismos al menos en Barcelona según confirma el Gremi de la ciudad. Es que los clientes matutinos de los bares se han reducido por culpa de la crisis económica.
El desayuno es el momento más rentable de las comidas que dan la restauración y según el estudio de Kantar Worldpannel el 94´7 % de la población desayuna en casa con una media ponderada de un 6´4 veces por semana.
Esta misma investigación destaca también el aumento de un 10 % de ventas en mermeladas, galletas y panes en el 2009 frente al estancamiento que se había producido en años anteriores.
En las grandes superficies de alimentación hay un área específica dedicada a los productos que se consumen habitualmente durante el desayuno: zumos, leche, bollería, café, café soluble,…
Y el desayuno es una buena forma de redondear cuentas en el negocio de la hotelería. Recordando que la mayoría de estos establecimientos son familiares y que hay muchos, por ejemplo en Barcelona hay 5.000 censados.
Hoy las cadenas de comidas rápidas como Pans & Company o McDonals han añadido desayunos para aumentar su productividad. Tienen los gastos básicos cubiertos y este puedes ser, es, un complemento en los ingresos.
Dicho todo esto ahora es el momento de decidir cómo comer bien en el desayuno. O en casa o en el bar desayune fuerte, vivirá mejor.