domingo, mayo 19, 2024
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El encuentro de Descartes con Pascal joven

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Josep María Flotats es un actor de altura, nivel, valor y valentía a la hora de afrontar sus trabajos teatrales. En sus últimos empeños siempre ha acertado haciendo cosas que tienen valor textual. Por eso gana siempre.

Esto ha hecho con El encuentro de Descartes con Pascal joven. Se ha atrevido con un texto filosófico complejo en el texto y lo ha traducido a un lenguaje digerido y convertido en imágenes sobre el escenario. Algo que no es nada fácil.

El texto tiene altura. Seguirlo no es fácil a pesar del trabajo de Flotats y de Albert Triola. Es un diálogo imaginado por Jean-Claude Brisville que dura un poco más que una hora entre dos filósofos .Sus diálogos son de altura e imaginan lo que hablaron Descartes y Pascal el 24 de septiembre de 1647, hace 362 años.

Se convierte el texto y la obra de teatro en un intercambio de ideas expresadas con sencillez. Por un lado está Descartes (Josep María Fotats) con 51 años. Un racionalista epicúreo y ganas de vivir. Por el otro está el joven Albert Triola (enfatizado ya en el título de la obra) que con 24 años ya ha destacado como matemático.

El lenguaje es de gran nivel. La traducción de Mauro Armiño es muy fiel al original y los personajes suenan reales en la escena. No utilizan un tono artificial sino habitual que va fluyendo como si fuera una conversación.

es una obra aparente por diferente, compleja y hecha sencilla por Flotats y Triola. El acento de Flotats, su seny (traducido del catalán tal cual como ‘sentido’) actoral y su personaje brilla con voz y luz propia hasta convertir su personaje sereno en un icono.

Por el contrario el papel de Pascal interpretado por Albert Triola es el de un pensador que siendo joven es impaciente, se atormenta porque no tiene tiempo para llegar a entender lo absoluto y se enerva. Por eso es el otro lado de la tesis del texto teatral, de la obra, que apuesta por la serenidad frente a la obstinación, rigidez e intolerancia. Como son conceptos totalmente opuestos sirven como lenguaje para un escenario.

es una obra de teatro atípica y por eso es también interesante. Ya lo ensayó Brisville en La cena entonces los personajes se reunieron para hablar de la revolución, del asalto al poder y del interés por la política.

Está lleno de mecanismos teatrales funcionales. Tiene giros, tiene picos y senos tranquilos, tiene pausas, silencios, tensión y hay magníficas réplicas.

Ambos personajes se sientan en una mesa, en una velada, al la luz de unas velas y el director, actor principal, se apropia de todo lo que pasa y tapa al pobre joven a pesar de su juvenil indignación y su furia.

Es el privilegio de la cabecera de cartel que trabaja para si mismo y no para los demás. Es una pena esta concesión a la vanidad del director sobre si mismo. Es un lastre. Los matices así se convierten en algo absolutamente maniqueo e innecesario.

El encuentro de Descartes con Pascal joven

De Jean Claude Brisville.

Traducción de Mauro Armiño.

Dirección de Josep María Flotats

Intérpretes: Josep María Flotats y Albert Triola.

Teatro Infanta Isabel. Madrid.

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