En aquella ocasión, ha proseguido Arístegui, se consiguió recuperar una parte importante del dinero y se abatió a los piratas que intentaron disparar contra las fuerzas armadas francesas.
«Si eso se hubiera hecho en el Playa de Bakio no hubiera habido Alakrana, ese el razonamiento que hay que hacer», ha añadido el portavoz de Exteriores del PP.
Ha asegurado además que si su partido hubiera estado en el Gobierno se habrían tomado las medidas para evitar el secuestro y se habría aceptado embarcar infantes de marina para proteger a los barcos españoles que faenan en esa zona.
A su juicio, esto no es un juego de sofismo según el cual en función de quien paga o con quien se está el razonamiento es diferente.
«Nadie puede ponerse en los zapatos de familiares y armadores», ha señalado Arístegui, quien ha recordado que las familias de empresarios secuestrados por ETA han sido perseguidas por la justicia porque «pagar un rescate es delito».
«Esta es una de las crisis más serias del Estado de derecho desde que España es una democracia», ha agregado antes de añadir: «espero que el Gobierno sea consciente del daño que ha hecho a las instituciones democráticas con la gestión del Playa de Bakio y del Alakrana».
Ha considerado asimismo «una tomadura de pelo» que el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, dijera que se estaba negociando un tratado de extradición con Somalia, porque «no se puede negociar nada con un estado que no existe».
Arístegui ha pedido que nadie pague este tipo de rescates y actuar contra los abogados de Londres por ser «cómplices de piratería» y porque son «los que están propiciando esta industria repugnante».
En su repaso, a preguntas de los periodistas, por la «nefasta» política exterior del Gobierno, Arístegui se ha referido a los últimos acontecimientos conocidos sobre Gibraltar después de la petición del Reino Unido para que la Guardia Civil dejara de patrullar en las aguas que rodean el Peñón.
Arístegui ha señalado que el PP no acepta la reivindicación del Reino Unido porque no hay un sólo texto legal que establezca que tenga soberanía sobre las aguas circundantes a Gibraltar y ha denunciado las actividades de las patrullas británicas como ilegales porque no pueden ir armadas en aguas de otro país.
En cuanto a la situación de la activista saharaui Aminatu Haidar, ha pedido que se estudien las cosas con rigor y seriedad y ha señalado que no se puede montar «una especie de circo» con una cuestión delicada.