No es Robert Redford, ya quisiera él, pero sin duda que Suso podría ser el cóndor que daba nombre a la película de espionaje que el actor rodó a las órdenes de Sidney Pollack, el 'Súper' de turno. Como el vultur gryphus, es un 'ave carroñera' que alcanza la madurez sexual generalmente en formaciones rocosas inaccesibles, como el peñasco en el que está situada la casa de Guadalix.
Igual que el ave, es una especie 'casi amenazada'. En su caso, le suelen amenazar tanto verbal como físicamente. Lo que ocurre es que mientras el primero alcanza su madurez sexual a los cinco o seis años él apenas necesita cinco o seis semanas para tirarse a alguien.
Por ese apartado, 'Los tres días del cóndor' tendrían que llamarse 'Los tres polvos del cóndor', por los tres que el chico ha confesado protagonizar en esta edición de 'Gran Hermano', a razón de los tres condones que dice haber empleado, uno con Sofía y dos con Raquel. Y porque le echaron, que sino a estas horas tendría que haber pedido permiso para buscar una farmacia de guardia donde agenciarse una caja de las grandes.
Eso sí, no todo son similitudes. A diferencia del cóndor andino, que es considerado Patrimonio Cultural y natural de Sudamérica, Suso no es patrimonio ni de la tienda de ropa en la que trabajaba. Mientras el ave es un símbolo nacional de países como Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador o Perú y tiene un importante rol en el folclore y la mitología de esas zonas, el catalán no es un símbolo ni de su propia madre, que en el vídeo de presentación indicó que su hijo es «un encantador de mujeres pero sin flauta».
Quizás no la tenga, pero sí presume de ella. Y hasta se permite contar en público las gestas que consigue con la misma, lo que no haría nunca, por ejemplo, un caballero como James Bond o Albert Rivera. «No disfruté del sexo con Sofía. Aunque hubo una atracción desde que la vi, no tuvimos buen sexo. Fue ella la que se lo trabajó«. Encima, exigente. O vago.
El de Ripollet puntualizó que «me pone mucho más Raquel, el sexo con ella ha sido muchísimo mejor«. Si ésta le ha mandado a la mierda al verle en el plató, una no quiere ni imaginarse dónde le puede mandar Sofía cuando salga de la casa. Porque, aunque gane el concurso, terminará saliendo.
Será entonces cuando el 'cóndor español' tenga que desplegar sus alas y volar hacia otro nido. Eso sí, es de esperar, al menos para él, que también se diferencie en ello de las aves andinas, que como mucho ponen un huevo cada dos años. Suso no sobreviviría a ese promedio.
La mosca