En un ritual que se viene repitiendo desde hace años, miles de personas convocadas por la denominada «izquierda abertzale» -es decir, el mundo que rodea a ETA- se manifestaron el pasado sábado en Bilbao a favor de los presos de la banda terrorista. La manifestación contó con la habitual coreografía de los familiares de los presos etarras portando las fotos de sus hijos encarcelados con pañuelos anudados al cuello con el lema «presos vascos a Euskal Herria». La novedad, en cuanto a los asistentes, fue que se sumaron a la marcha gentes como Pilar Bardem, Willy Toledo y el que fuera director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza. A ninguno de estos tres personajes se les recuerda en alguna manifestación a favor de las víctimas del terrorismo. Así es la vida.
Lo de la «apología de la paz» en boca de Barrena, constituye en sí mismo una inmoralidad más de estos individuos
El portavoz de la antigua Batasuna-ETA, Fernando Barrena, llegó a decir que la marcha en favor de los presos era hacer «apología de la paz». Uno ya duda si en su alucinación mental, este portavoz de Batasuna-ETA es consciente que los miembros o colaboradores de la banda terrorista presos en las cárceles de España y de Francia lo están, no por haber robado un kilo de naranjas en un hipermercado, sino por haber asesinado o ayudado a ello a 857 personas. Y no sé si sabe Barrena que en ninguna ley vigente está dicho que los presos por delitos de terrorismo tengan que cumplir su pena en cárceles cercanas a su lugar de origen. La política penitenciaria es una competencia exclusiva del Gobierno que debe se utilizada por este como un instrumento más en la lucha antiterrorista.
Lo de la «apología de la paz» en boca de Barrena, constituye en sí mismo una inmoralidad más de estos individuos que durante tantos años han justificado y amparado los crímenes de ETA. Ahora va a resultar que los que quieren la paz y la normalización política son los que han estado asesinando y poniendo bombas, y quienes la obstaculizan, los que piden la aplicación de la ley y que los presos cumplan íntegramente sus penas.
Tampoco estaría de más que algún dirigente del PP vasco se lo hiciera mirar. Por ejemplo, el presidente de los populares de Guipúzcoa, Borja Semper, que hace unos días dijo que «el futuro de Euskadi se tiene que construir también con Bildu», es decir, con estos que apoyan a los presos de ETA, con los que no han pedido perdón a las víctimas, con los que no han solicitado a la banda terrorista que se disuelva y entregue las armas. Estamos en unos momentos de gran relativismo moral, de inversión de los valores, de vivir en un mundo donde parece que todo está al revés. Pero todo tiene su límite, sobre todo, cuando está en juego la Memoria y la Dignidad de las víctimas del terrorismo y la Verdad sobre el dolor causado durante los últimos cincuenta años por la barbarie terrorista de ETA.
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Cayetano González