Zapatero lo ha hecho mal hasta para irse. La precampaña electoral que nos ha montado está siendo nefasta por eterna. Y, como aquí cada uno va a lo suyo, ya estamos a tres centímetros del precipicio. Y no parece que haya solución salvo que recurramos, entre todos, al patriotismo. Entendiendo patriotismo como aquello que se hace a favor de la Patria. Pero eso es mucho pedir. Aquí no se hace nada a favor de la Patria porque uno de los grandes problemas de España es que casi la mitad de los españoles no la reconoce como Patria. Aquí lo que se estila es ser patriota de patria chica. En minúscula. Patriotismo de pueblo. Casi de aldea. Nacionalismo de catetos.
Y el problema es que España necesita, en este momento, que todos tuviéramos un gesto de patriotismo a lo grande. Algo que nos uniera. Algo que nos fortaleciera. Que nos defendiera. Que nos hiciera ser algo más que una amalgama de pueblerinos cabreados para que nos respetasen fuera.
Es cierto que Zapatero ya no existe. Que es un holograma. Pero Rubalcaba y Rajoy tendrían que hacer algo más que reformar a medias la Constitución. Rubalcaba debería ser menos demagogo. Lo del impuesto del patrimonio es un gesto demagógico hacia los llamados indignados que indigna a los demás españoles. Rajoy debería mostrarse menos indiferente. No debería seguir sentado esperando ver pasar el cadáver de su enemigo político porque, al final, España puede ser una fosa común.
Y es que, de seguir así, esta tierra llamada España se va al carajo.
Incluso, Obama nos lo acaba de recordar. Y lo ha hecho, por primera vez, en voz alta y señalándonos con el dedo. ‘España es el mayor problema si sigue la presión de los mercados’, dijo ayer mismo.
No se puede hablar más claro. Quizá tendría que haberse apoyado en la palabra ‘estúpidos’ para reafirmarse en la advertencia. Como hizo aquel asesor de Bill Clinton cuando recordó, en campaña electoral, que había que dedicarse fundamentalmente a los problemas de la vida cotidiana de los ciudadanos con su famosa frase: La Economía, estúpido.
En España, ya no es tiempo de economía. Eso ya está fuera de nuestro alcance.
En España ya sólo queda tiempo para el Patriotismo, estúpidos.
Pinocchio