lunes, mayo 6, 2024
- Publicidad -

Chávez y ETA

No te pierdas...

Quizá las delicadezas del Gobierno con algunos regímenes sospechosos, desde unos cuantos de la famosa Alianza de Civilizaciones hasta los populismos iberoamericanos, se deben a la pretensión de ofrecer a los aliados occidentales un flanco de diálogo con países que suscitan cada día reacciones recelosas o claramente adversas. La diplomacia se hace más que explicarse pero hay que reconocer que la nuestra no ha desplegado una estrategia muy acertada, hasta el punto de parecer (véase, por no citar más ejemplos, los casos de Cuba y Venezuela) los amigos de estos particulares gobiernos ante los aliados más próximos que los amigos de estos ante aquellos. En el caso de Venezuela las delicadezas, respondidas siempre con un atrabiliario comportamiento, se han encontrado ahora con el caso de ETA. A decir verdad, el “caso Cubillas” que ahora ocupa las páginas de los periódicos, tiene ya 25 años, los años en los que el imputado se ha ido labrando una posición al amparo de Chávez y en favor de sus compañeros de la banda. Si hay cosas con las que no se juega –y menos los diplomáticos-, una de las principales es la tolerancia cero con los terroristas, sus secuaces y sus apoyos y, tras tanto favor, bien habría estado una exigencia formal y material ante Caracas para que colabore verdaderamente en la lucha contra ETA.

Ante las demandas de la Justicia española y las sugerencias del Gobierno, después de reiteradas declaraciones retóricas, Chávez sale de nuevo con eso de que es perseguido por la extrema derecha norteamericana y europea, especialmente la española (que estaría encarnada en su falsaria exculpación) en el Gobierno y en la Audiencia Nacional, a tenor de sus palabras mientras viaja por el mundo estableciendo lazos –militares en la mayor parte de los casos- con otros regímenes autoritarios o dictatoriales. Mientras, los terroristas de ETA que estaban en otros países americanos viajan raudos al hogar venezolano, sigue la cooperación con el entorno de la banda, se protege a los que son reclamados por la Justicia española y se van conociendo datos y datos del entrenamiento allí desarrollado y de la cooperación con las FARC, otro bicho masajeado por el bolivariano con más cara que espalda.

Ha llegado el momento, por tanto, para que las exigencias judiciales y diplomáticas vayan acompañadas de una acción exterior de firmeza porque, si todos los asuntos bilaterales son importantes (y la suerte de los venezolanos maltratados por Chávez también), el tema de ETA es de una sensibilidad especial en la defensa de las libertades y los derechos humanos.

Quienes quieren seguir sin ver las cosas tal y como son insisten ahora, incluso por encima de los insultos del presidente venezolano, en que hay que demostrar que sabe lo que ocurre o que es el protector iberoamericano de la banda. Hay ya tantas evidencias que lo que hay que demostrar, y parece difícil, es que está dispuesto a combatirla y colaborar con España en la lucha contra el terrorismo.

Germán Yanke

Artículo anterior
Artículo siguiente

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -