El Comité Español de Disciplina Deportiva puso punto final al ‘suceso Cristiano Ronaldo’ al ratificar las decisiones del Comité de Competición y del de Apelación, y denegar la suspensión cautelar que solicitaba el Real Madrid en un último intento por convencer a los estamentos disciplinarios de que el crack portugués no fue merecedor de la expulsión al no haber habido intención alguna por su parte de causar daño -la rotura del tabique nasal- al jugador del Málaga, Mtiliga…
Cristiano no podrá jugar en Riazor. Manuel Pellegrini contó con el portugués hasta el último minuto antes de subir al avión para viajar a La Coruña en un incomprensible ambiente de victimismo y de ‘cristianodependencia’ agudizada por la opinión de quienes consideran que en esta jornada en la que el Barça visita al Sporting en El Molinón, el Madrid se juega media temporada de Liga frente a un rival emergente y difícil en su feudo como es el Deportivo de Miguel Ángel Lotina.
Cristiano estuvo dos meses sin jugar como consecuencia de una lesión de tobillo, y aunque el Madrid no se hundió en la clasificación ni perdió la estela del líder Barcelona, su ausencia si se hizo sentir notablemente en el ánimo de la plantilla y de los aficionados madridistas con la referencia de la excelencia del juego del Barça de Pep Guardiola como espejo.
Es verdad que el Madrid ha solventado muchos de sus partidos sin la presencia de Cristiano, porque ningún jugador del mundo es imprescindible. Pero también es cierto que sin el portugués, el equipo de Pellegrini suele ofrecer la sensación de mostrarse inseguro y de jugarse los puntos en una ‘ruleta rusa’ en la que la incertidumbre del resultado depende mucho más de la fortuna que de su superioridad.
De ahí que el Real Madrid haya quemado todas sus naves en busca de que el peso de la ley deportiva no cayera sobre Cristiano Ronaldo.
Antonio Cubero