Los monos ya pueden escribir. No de la manera tradicional como puede ser con un bolígrafo o un lápiz sino que lo hacen gracias a una máquina. Unos ingenieros de la Universidad de Stanford han diseñado un sistema que permite leer las señales cerebrales que dirige un cursor en un teclado. De esta manera, los científicos han conseguido que un grupo de monos puedan transcribir textos del New York Times o de ‘Hamlet’ a 12 palabras por segundo.
Los precursores de este experimento esperan que esta tecnología se pueda aplicar a los humanos que padecen parálisis cerebral. Anteriormente se habían probado otras versiones en las personas que padecían este tipo de discapacidad pero su funcionamiento era lento e impreciso, como en el caso de Stephen Hawking, que utiliza una tecnología que le permite escribir en una máquina gracias a los movimientos individuales de la cara.
Otra versión anterior permite mecanografiar en una máquina a través del seguimiento de los ojos, aunque el proceso es muy lento y, dependiendo de la personas, puede ser útil o no. En el caso de Hawking le fue imposible utilizar este artefacto ya que el software no captaba bien los movimientos de sus ojos por culpa de los párpados caídos.
Sin embargo, este nuevo avance trae consigo una serie de mejoras que “pueden ser una gran promesa para el uso en las personas”, promete Paul Nuyujukian, uno de los creadores de este sistema y experto en bioingeniería, ya que permite “un ritmo mecanografiado suficientemente para una conversación con significado”.
Los monos que fueron utilizados para este experimento habían sido entrenados previamente para escribir las letras que correspondían a lo que veían en la pantalla. Sin embargo, los ingenieros reconocen que este sistema todavía no es estable ya que la persona que lo use puede distraerse al pensar en lo que quieren comunicar y cómo hacerlo, provocando complicaciones en la escritura. A pesar de este contratiempo, que prometen solucionar, sus creadores consideran que el hecho de que personas puedan escribir 12 palabras por segundo es una gran avance para este tipo de personas.
Andrea Morea