La ofensiva del PP para forzar que sea Pedro Sánchez quien dé explicaciones a las autonomías en el Senado de su gestión de la crisis del coronavirus arrancó hace una semana, cuando el portavoz del grupo popular, Javier Maroto, le acusó de «despreciar» a los presidentes autonómicos por no querer acudir en nombre del Gobierno.
Hoy mismo, el líder del PP, Pablo Casado, se ha preguntado por qué el jefe del Ejecutivo no acude al Senado «para hablar allí» con los presidentes de aspectos de la crisis que competen a las autonomías, como la sanidad, las residencias de mayores, las rentas mínimas o las ayudas a empresas y trabajadores afectados por ERTES.
Y ello después de que ayer, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, emplazara igualmente a Sánchez a abordar en el Senado aquellos asuntos que trata con los presidentes autonómicos en sus videoconferencias de los domingos, y cuya eficacia los populares están poniendo en entredicho.
Pero el PSOE tiene claro que no es Sánchez quien debe asistir a la Comisión General, el foro parlamentario por excelencia de encuentro entre Gobierno y Comunidades Autónomas, eso sí, muy relegado en los últimos años, en los que apenas ha tenido actividad.
Según remarcan a EFE fuentes socialistas, esta comisión no es una Conferencia de Presidentes, como las seis celebradas en la Cámara Alta (la última en enero de 2017), y además se trata de un órgano al que nunca ha acudido un jefe del Gobierno. No hay precedentes.
La semana pasada, el Ejecutivo ya anunció a los portavoces que a la reunión asistirá la ministra de Administración Territorial, Carolina Darias, dado el carácter territorial del encuentro.
Al mismo tiempo, el portavoz del grupo socialista, Ander Gil, anticipó que Sánchez acudirá a la Cámara Alta para dar cuenta de su gestión, incluida la crisis de la COVID-19, antes del verano, cuando acabe el actual período de sesiones, pero lo hará ante el pleno.
Así las cosas, es muy probable que la cuestión vuelva a plantearse mañana martes en la reunión de la Junta de Portavoces del Senado, a la que seguirá otra de la Mesa, el órgano donde el PP, apoyado por el PNV, logró configurar una mayoría que forzó la convocatoria de esta Comisión de Comunidades Autónomas.
Su alcance, sin embargo, queda muy condicionado por quiénes sean sus participantes, ya que las peculiaridades de esta comisión, a la que pueden asistir presidentes o consejeros de todas las autonomías, hacen que no se sabrá casi hasta el mismo jueves a quién envía cada una de ellas.
La Generalitat de Cataluña ya ha pedido que se celebre por videoconferencia, algo que está descartado por la Mesa del Senado desde hace semanas, en atención a un informe de los servicios jurídicos de la Cámara que lo rechaza expresamente, dado que no existe previsión reglamentaria de comisiones telemáticas.
Otra cosa es que su celebración, con el estado de alarma aún vigente, pueda adecuarse a esta circunstancia para minimizar la presencia de los 58 senadores que en principio la componen.
Así, la Mesa de la Comisión acordó recomendar una asistencia limitada a dos senadores por cada uno de los dos grupos mayoritarios (PSOE y PP) y un senador para cada uno de los restantes seis grupos.
Por ello está previsto que participen diez senadores, además de los miembros de la Mesa, que tiene siete componentes, aunque tampoco sería preciso que estuvieran todos.
Desde los Ejecutivos autonómicos, al Senado le consta la pretensión de acudir del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y de la madrileña Isabel Díaz Ayuso. También lo ha confirmado el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas.
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